lunes, 12 de junio de 2017

Una segunda oportunidad





Mañana, día de san Antonio de Padua, saldrá Idoia López Riaño en libertad después de haber cumplido 23 años en prisión, el último de ellos en Zaballa, en Nanclares de Oca, por su permanencia al comando Madrid. La Tigresa, o Margarita, que ambos fueron sus alias dentro del grupo terrorista, se ha acogido a la vía Nanclares. Todo el mundo necesita una segunda oportunidad, también Idoia. Todo ese tiempo entre rejas hace cambiar al más pintado. Ya sé que los 12 guardias civiles asesinados en la madrileña plaza de la República Dominicana corrieron peor suerte. También los familiares de aquellos defensores del orden. Si malo es asesinar a unos padres de familia, peor, si cabe, es el dolor que se produce a aquellos que quedan huérfanos. Nada para ellos vuelve a ser igual. O el dolor de los padres de las cuatro niñas asesinadas, junto a otras ocho personas, en diciembre de 1987 en el cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza. Hoy esas niñas tendrían 42, 37, 36 y 33 años. Pese al tiempo transcurrido, en sus familias no hay más que vacío, un vacío perpetuo. Hubiesen merecido mejor suerte.

No hay comentarios: