martes, 20 de junio de 2017

Socorrista necio





Me entero de que a la joven madre Belén Gimeno le prohibió un socorrista del zaragozano Club Natación Helios dar el pecho a su bebé fuera del agua, junto a una de las piscinas. Las peregrinas razones que esgrimió el  necio socorrista fueron que “la leche podía contaminar el agua y que no se podía comer en esa zona”. Ignoro el nombre del socorrista, pero me gustaría conocerle para decirle a la cara que necesita reciclarse. Cualquiera puede entender que no es equivalente dar de mamar a un bebé que comerse un bocadillo de salchichón, y que la leche materna no es contaminante en modo alguno sino lo más sano del mundo. Ese socorrista, a mi entender, debería dedicarse a otra profesión en beneficio de la sociedad. Sólo le hubiese faltado a ese indocumentado decirle a la joven madre que no estaba autorizado sacar la teta en público por constituir un atentado contra la moral y las buenas costumbres. Me avergüenza conocer situaciones con esas. Tal vez por no ver a tipos como ese que dicen llamarse socorristas no voy nunca a las piscinas públicas. Doy por hecho de que en cualquier club deben existir unas normas de convivencia de obligado cumplimiento para los socios. Pero no es de ninguna manera tolerable que se atente contra los derechos del niño y de la madre. El socorrista en cuestión, al que nunca le invitaría a tomar un café con leche (para que no se contaminase), es un  necio; y créanme que llamarle necio no es un insulto. La palabra necio proviene del latín “nescius”, derivado del negativo “scire” que significa “saber”. O sea, necio es el que no sabe.

No hay comentarios: