No
pasa día sin que Antonio Burgos me
asombre con su “Recuadro” en el
diario ABC. Ayer elogiaba la gomina y
hoy siente nostalgia por el fijador. Espero que mañana domingo, a más tardar,
haga alguna referencia a la brillantina y el lunes nos recuerde a los lectores
la utilidad del masaje Floïd Genuino y
sus derivados en mentolado suave y mentolado vigoroso, en el mercado desde
1932; el martes, por aquello de que ni te cases ni te embarques, nos evoque con
nostalgia el ron quina; y el miércoles, considerando
que el viernes llega volando, nos informe sobre el Agua La Carmela, importante loción capilar que gracias al citrato
de bismuto matiza el color de los teñidos, oculta las canas incipientes y evita
el encrespamiento del cuero cabello incluso cuando nos enteramos de que Ricardo Costa, el que fuese de la máxima confianza de Camps, tira ahora de la manta contra el
PP ante la Fiscalía Anticorrupción. Aquí
van a saltar chispas con esta mascletá
valenciana en la trama de la Gürtel.
A falta de ninots hay que quemar en
la pira a ciertos políticos que creían
haberse ido de rositas. A algunos chiquilicuatres puede que hasta se les caiga el pelo de la brocha, a no ser que milagrosamente reaparezca encaramado
al Miguelete de la Catedral el
espectro de aquel tipo (el de la foto) que vestido de blanco vendía crecepelos
a los incautos ciudadanos en la madrileña Glorieta de Bilbao, junto al Café Comercial, en 1910.
No hay comentarios:
Publicar un comentario