domingo, 6 de mayo de 2018

Teruel



La provincia de Teruel protesta por quedarse sin habitantes. Hoy alrededor de 40.000 turolenses de toda la provincia han hecho una gran manifestación en Zaragoza al grito de “Salvemos Teruel” que ha terminado frente a la Delegación del Gobierno. Pasa algo parecido en Zamora y en otros lugares de Castilla, de Galicia y de Cáceres. Crear infraestructuras donde no existe población parece labor difícil de asumir. Lo que ya no comprendo es cómo los ciudadanos del Bajo Aragón siguen votando a partidos conservadores (PP y PAR) una vez conocido lo que dan de sí y a los que sólo les interesa Teruel cada cuatro años, a la hora de los comicios. Los políticos son conocedores de que la Ley D’Hondt les beneficia. Es, entonces, cuando los políticos lanzan en sus mítines un montón de promesas a sabiendas de que no van a cumplirlas.  ¿Cabe más cinismo? Pero los turolenses, por razones que desconozco, siguen esperando el deseado “maná” prometido que nunca llega. Teruel, a mi entender, debería promocionar el turismo de interior dado que tiene parajes preciosos, un arte mudéjar sorprendente y una gastronomía contundente. Pero para ello será necesario que haya promotores que se impliquen e impulsen esos tesoros ocultos. También sería necesario, a mi entender, contar con carreteras modernas y un ferrocarril que conecte con Madrid. No puede ni debe ser que en el siglo XXI todavía no exista una línea férrea que conecte Teruel con la Capital de España. El turolense tiene el alma compartida. Por un lado se siente aragonés; por el otro se sabe más próximo a la Comunidad Valenciana. Y el problema es que Teruel depende del Gobierno de Aragón, que se encuentra a casi 180 kilómetros de distancia, y que cuenta con núcleos de población dispersos donde con dificultad pueden ser atendidos problemas básicos sanitarios, educativos y de índole social en lugares donde hasta el pan se recibe por furgonetas de reparto. Así las cosas, creo acertadas las protestas de los turolenses. Sus voces deben ser escuchadas por Javier Lambán y por Mariano Rajoy. Pagando idénticos impuestos se deben recibir las mismas contrapartidas en un Estado de derecho, o sea, lo que en justicia les corresponde.

No hay comentarios: