Barbián

  

Leo en el Diccionario de la RAE que la acepción “barbíán” equivale a persona desenvuelta, simpática y atrevida. Ello viene a cuento con una botella de vino que he descorchado estos días festivos y me ha producido una enorme satisfacción. Se trata de un vino de la D.O.Toro. Mientras escribo este chat apuro el último vaso con verdadera fruición. El término barbián aparece en la novela “La de Bringas” (cap. 28. Ed. 1933. P. 62) editada por Benito Pérez Galdós en 1884. Se trata de una novela que recrea los turbulentos días que precedieron a La Septembrina (1868) y la vida cotidiana de Francisco Bringas, casado con Rosalía y leal servidor de Isabel II, casi ciego y conocido tacaño que sometía a su familia a contínuas economías. En ese punto de la novela referido se dice: “¡Qué gracioso barbián! Es de la piel del diablo”. De la misma manera, en “Fortunata y Jacinta” se señala: “¡Hola, barbián!, dijo Santa Cruz” (cap.10. ed. 1929, t.1, p. 421). Y “barbianería” (cualidad de barbián) aparece en las Obras Completas de Emilia Pardo Bazán (ed. Ciap., t.7, p.24) donde dice: “Siguió con las barbianerías del difunto rey, que le había dado por lo chulo”. Ya perdonará el lector, pero no sé si por el efecto de los efluvios etílicos del vinillo toresano, que tal vez sea esa la causa, se me está yendo el santo al cielo. Pues bien, en un vano intento de amarrar la mosca por el rabo (esa mosca que aparece en la rodilla de una imagen virginal en el lienzo de la sacristía de la Colegiata, regalo de Margarita de Austria a Antonio Fonseca) añadiré que el vino  “Barbián” que ha caído en mis manos procede de las Bodegas Vinotoro, en barrica de roble desde 2019, de una variedad de uva tempranillo, que por esos pagos y en todo el alfoz de la Ciudad de Doña Elvira dan en llamar “tinta de Toro”, de color rojo oscuro y a un precio muy asequible. La añada de 2016 consiguió una nota de 89 puntos en la Guía Peñin. En el diseño de la botella aparece la figura de una elegante pantera. Los vinos del Duero que se elaboran hoy casi nunca defraudan a aquellos que los degustan.