jueves, 17 de febrero de 2022

No aprenden nada

 Los principales accionistas del Real Zaragoza, César Alierta y Fernando de Yarza, que acostumbran a mirarse en los espejos rotos, se empeñan ahora en querer vender un reloj que no da la hora. Buscan compradores para un equipo que arrastra una deuda aproximada de 68 millones de euros, que no consigue levantar el vuelo y volver a la Primera División, con unos jugadores desilusionados y un entrenador, Martínez, que no consigue ni encendiendo velas a la Pilarica que el equipo que gobierna gane un partido. Las ilusiones de mejora, cuando se aplica la doctrina de “El principio de Peter” como si fuese un fármaco genérico del remedio cervantino conocido como “bálsamo de Fierabrás”,  las ansias de triunfo se esfuman con la rapidez con la que se evapora el agua de un charco. Por ironías de la vida, coincide en el tiempo la última oferta, ahora del Grupo Orlegi, con raíz en México, con la muerte de José Gil Lecha, que durante su breve mandato al frente del club (entre 1977 y 1978) logró ascender el equipo a Primera División, siendo Arsenio Iglesias entrenador. Para la elaboración de aquel bálsamo descrito por Don Quijote se necesitaba que los cuatro componentes “simples” (aceite, vino, sal y romero)  fuesen puestos al fuego en una olla y cocer durante largo rato. Más tarde, el producto “compuesto” debía ser  vertido en una alcuza de hojalata, y decir a modo de ensalmo, “más de ochenta paternoster y otras tantas avemarías, salves y credos, acompañando a cada palabra una cruz a modo de bendición”, imprescindible para que el bálsamo fuera eficaz. Pero lo que le sucede a día de hoy al Real Zaragoza no se arregla fácilmente si no se inyectan fondos para taponar la enorme hemorragia de la deuda contraída, y  si no se dejar de fantasear pidiendo peras al olmo en un  vano intento de recuperar la eucrasia perdida. La anterior oferta  de Spain Football Capital no llegó a buen puerto por falta de solvencia. El Grupo Orlegui está presidido por el mexicano  Alejandro Irarragorri, que también es  consejero propietario de la Asamblea General de la Federación Mexicana de Fútbol Asociación. Qué quieren que les diga… Todavía tengo fresca en mi mente la llegada de aquel macro proyecto que aspiraba a convertir el desierto de Los Monegros en una especie de Las Vegas, y aquel acuerdo firmado en 2007 entre el Gobierno de Aragón y la empresa ILD (International Leisure Development) y que resultó ser papel mojado. Aquella inversión era de 17.000 millones de euros para poner en marcha en Ontiñena  32 casinos, 70 hoteles y cinco parques temáticos. Uno de aquellos portavoces de ILD, Mark Campbell, terminó en la cárcel por asesinar a su esposa.  El Gobierno de Aragón, entonces presidido por el socialista Marcelino Iglesias con el apoyo del PAR, mordió el anzuelo y consiguió que las Cortes aragonesas aprobaran una ley en 2009 sobre Centros de Ocio de Alta Capacidad. Aquel ensueño aragonés se disipó cuando ILD, en 2012, dejó de contestar las llamadas y sus agentes se difuminaron en una espesa polvareda. Más tarde pudimos enterarnos con estupor de que el capital social de ILD estaba compartido por dos empresas residentes en sendos paraísos fiscales: la luxemburguesa BM Parts y la chipriota Darlen Ltd. Como suele decirse en estos casos, “nos la dieron con queso”. Por si las moscas, el Ayuntamiento de Zaragoza, que preside el pepero Jorge Azcón con la ayuda de VOX, ya tiene en mente hacer un nuevo campo de futbol municipal con cargo al contribuyente.  Estos paletos con ínfulas de nuevos ricos no aprenden nada.

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