martes, 26 de abril de 2022

Escribir con propiedad

 



Observo con demasiada frecuencia que en las redacciones de algunos diarios no existe la figura de corrector de estilo. Esa, supongo, que es la razón de que al leer ciertas noticias no salga de mi asombro. Pongo varios ejemplos: monarca. No se debe escribir que “los monarcas visitaron Toledo y fueron recibidos con vítores”. El monarca es únicamente el rey. No conjuntamente el rey y la reina. Cuando es una reina la que ocupa el trono (caso de Isabel II) deberá escribirse “la soberana”. Algo parecido sucede cuando leemos “el jefe de la diplomacia fue recibido por el Rey”. ¿No sería mejor escribir  el ministro de Asuntos Exteriores”?  Tampoco debe confundirse “árabe” con “musulmán”, “islámico” o “mahometano”. Los árabes forman un grupo de pueblos racial, pero entre los mahometanos hay grupos de otras razas; ni “caló” con “calé”. Caló es el lenguaje de los gitanos, calé su etnia. “Derby” es palabra que deberá  emplearse en cursivas y solo referido a la equitación. Por tanto, un partido de fútbol entre el Sevilla y el Betis, pongamos por caso, no es un derby (también vale derbi) sino un partido entre rivales. La palabra derby hace referencia a Edward Smith-Stanley, decimosegundo conde de Derby, y a sir Charles Bunbury, un hombre que compartía con este su pasión por las carreras de caballos. Los dos decidieron lanzar una moneda al aire con el objetivo de escoger la denominación de un nuevo torneo que ambos querían impulsar. La suerte hizo ganador al conde de Derby, por lo que la competición llevaría su nombre, una competición en la que participarían los caballos más veloces de todo Reino Unido. Aunque parezca chocante, la palabra “diseccionar” no está en el Diccionario de la RAE, aunque sí “disección”; la palabra “evento” no es sinónimo de acontecimiento, sino de contingencia que puede o no ocurrir; “Gran Bretaña”  y “Reino Unido” no son la misma cosa. La primera comprende Inglaterra, Escocia y Gales. La segunda abarca Gran Bretaña e Irlanda del Norte; y, por último, el término “israelí”, que hace referencia al Estado de Israel. Es el gentilicio de dicho Estado. No debe confundirse con “israelita”, que es un término que designa a los judíos de todo el mundo, ni con “judío”, que designa a una comunidad religiosa (no a una raza), ni con “hebreo”, que es la lengua del pueblo judío. Sin embargo, esos tres vocablos pueden utilizarse como sinónimos. No, en cambio, israelí, ya que existen cristianos, musulmanes e incluso ateos israelíes.

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