Leo
en La Comarca de Calatayud que van
lentos lo trámites para el transporte por autobús entre Valladolid-Soria-Calatayud-Zaragoza por el puerto de La Bigornia (N-234). Lo
último que conozco es que dos empresas en liza por conseguir esa línea habían
puesto en el pliego de condiciones las mismas cantidades y que, en
consecuencia, era necesario paralizar el proyecto y empezar de nuevo para dejar
claro cuál de esas dos empresas, u otras que puedan aparecer, se puedan hacer
con el contrato. El promotor de esa idea fue Raimundo Martínez Vicente de Vera,
(PP), alcalde de Torrubia de Soria (pueblo perteneciente a la comarca del Campo
de Gómara y que hasta su cierre en 1985 contaba con una estación de ferrocarril
Santander-Mediterraneo,
que moría en Cidad-Dosantes), se reunía hace pocas fechas con la directora general
de Transporte Terrestre, Mercedes Gómez Álvarez, ingeniera de Caminos, para
tratar sobre el nuevo proyecto. La actual directora general fue nombrada para
el actual cargo recientemente, sustituyendo a Joaquín del Moral. Hasta entonces
había sido jefa del Servicio de Tecnología de Carreteras del Ministerio de
Fomento. El coste del servicio previsto es de 8 millones de euros para un plazo de 5
años, entendido para un servicio diario de ida y vuelta con paradas intermedias en Almenar
y el cruce de Deza. La idea inicial consistía en que los vecinos de Valladolid
y Soria pudieran tomar el AVE en la estación de Calatayud. Pero a lo largo de la conversación entre el alcalde
de Torrubia y la directora general choca saber, y así lo ha reconocido Raimundo
Martínez, que esa alta
funcionaria “ni siquiera conocía bien el asunto a tratar”. ¡Qué vergüenza! De hecho, estaba
convencida de que la línea actual Soria-Zaragoza
(N-122) pasaba por Calatayud, cuando transcurre por Tarazona y Gallur
para finalmente entrar en la A-68. A mi entender, lo menos que se le puede pedir a la directora general
de Transporte Terrestre es que conozca la red de carreteras. Y si las desconoce,
su obligación es la de consultar un mapa. En Torrubia de Soria, que cuenta con 72
habitantes, su anterior Ayuntamiento presidido
por María Ángeles Delso (PP) aprobó el 20 de enero de 2010 (con 25 votos a
favor y 11 en contra, sin ninguna abstención) la solicitud para emplazar en el
municipio el almacén temporal de residuos nucleares de alta y media actividad.
Ante las tensiones creadas entre los vecinos, la alcaldesa se vio en la
obligación de dimitir. Esperemos que a esa directora general de Transporte
Terrestre, de aparecer por Torrubia, no la tiren al pilón por lerda. Y no es un
insulto, sino un adjetivo calificativo que expresa que el individuo en
cuestión, en este caso la nueva directora general, no sabe lo que debería saber y que
le concierne.
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