Ayer, 24 de febrero, se cumplieron cuarenta y seis
años de la muerte de Manuel Ortega
Juárez, conocido artísticamente como Manolo
Caracol, en un accidente de coche cuando se dirigía a su tablao flamenco Los Canasteros en la madrileña calle de
Barbieri. Era tataranieto de Antonio
Monge Rivero, El Planeta (Cádiz,
1789-Málaga, 1856), de oficio herrero y uno
de los primeros cantaores de flamenco de los que se tiene constancia, cuya vida
fue documentada por Serafín Estébanez Calderón, autor de “Escenas andaluzas”, publicadas
en 1847. Por él se sabe que El Planeta se acompañaba él mismo a la guitarra. De ese personaje, que se sepa, sólo existe un
grabado realizado por Francisco Lameyer,
contemporáneo suyo. Todo apunta a que Dolores
Monge, una de las hijas de El Planeta, se casó en Málaga con José Juárez García, el 31 de octubre de
1852. El Planeta vivía entonces en la calle San Juan, nº 1, con su esposa y dos
de sus hijos. Su hija Dolores tuvo una hija, Antonia Juárez Monge el día 6 de agosto de 1853. En 1854 tuvo a Gregorio, quien se casó en Málaga con Francisca
Soto Ramírez, nacida en esta misma ciudad en 1855. Una hija de éstos, la
también malagueña Dolores Juárez Soto,
se casó primero con un tipo que resultó muerto por herida de arma blanca en
Málaga, al mediar en una reyerta. La joven viuda puso un negocio de lavandería
y planchado de ropa y en él conocería a Manuel
Ortega Fernández, apodado Caracol el del Bulto, con el que en julio de
1909 tuvo a Manolo Caracol en la calle Lumbreras de Sevilla, próxima a la
Alameda de Hércules. Como
bien señala Manuel Bohórquez hoy en El Correo de Andalucía, Manolo Caracol fue considerado a criterio de
los expertos como uno de los tipos más grandes que dio el flamenco del siglo XX.
Su padre, Manuel Ortega Fernández, que llegó a ser mozo de espadas de su primo
carnal José Gómez Ortega, de nombre
artístico Joselito El Gallo, muerto
por el quinto toro, “Bailaor”,
pequeño y burriciego, en la plaza de toros de Talavera de la Reina el 16 de
mayo de 1920, donde compartía cartel con Ignacio
Sánchez Mejías y Matías Lara Merino,
conocido en los carteles como Larita. Según Bohórquez, aunque eso ya
lo había oído contar por Sevilla, Gabriela
Ortega Feria le puso ese apodo de gasterópodo a su sobrino el día que éste
tiró al suelo una olla de caracoles y le espetó "¡Anda, caracol!” no sé si acompañado de una colleja. Recuerda Bohórquez: “Casi no se habían
repuesto los sevillanos de la pérdida de Pastora
Pavón y Pepe Pinto, que murieron
en 1969, ni de la del Niño Ricardo, que lo hizo en 1972”. Hubo otro personaje importante en la historia
de Los Canasteros, el pianista Arturo Pavón, casado con la hija de
Manolo Caracol, Luisa Ortega,
fallecido en 2005 en Madrid.
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