Curiosamente, el Tribunal General de la
Unión Europea ha declarado nula la marca española “La mafia se sienta a la mesa”, al considerar que “es contraria al orden público” al aludir
a una organización criminal mundialmente conocida y contraria a los valores de
la UE. Según leo hoy en El Periódico de Aragón, “La empresa
española La Mafia Franchises (en
ese momento La Honorable Hermandad) registró esa marca en 2006 ante la
Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) e Italia solicitó
en 2015 su nulidad y, ante la negativa de la EUIPO, el país transalpino
recurrió ante la justicia europea en 2015. El Tribunal General europeo ha
justificado denegar el registro de la marca al recordar que el público general
en todo el mundo sabe que se refiere a una organización criminal que recurre
a asesinatos, la violencia física y la intimidación y está
implicada en actividades ilegales como el tráfico de drogas y de armas, el
blanqueo de dinero y la corrupción, que vulneran los valores de la Unión
Europea, especialmente el respeto de la dignidad humana y la libertad”. En
Zaragoza existen, que a mí me conste, dos establecimientos franquiciados de esa
marca, que cuenta en España con alrededor de 40 establecimientos de cocina
italiana. La verdad es que el nombre no parece muy atractivo. Si hacemos caso
al diario El País, que publicó un
informe el 13 de noviembre de 2016, firmado por Patricia Ortega Dolz: “La mayor parte de las bandas que operan en
España se dedican al narcotráfico ("los colombianos a la coca, los
marroquíes al hachís y los turcos a la heroína") y al fraude. Ambas
tipologías delictivas, las más rentables, suponen más del 50% de la actividad
criminal, seguidas del blanqueo de capitales (que es "un delito
transversal"), la inmigración ilegal, trata, robos en domicilios,
sustracción y venta de coches de alta gama..." (…) “Algunas especialidades
delictivas están ligadas a nacionalidades: "Los colombianos, drogas y
joyas; los rusos-georgianos, robos en domicilios y coches de alta gama, además
de blanqueo de capitales en la Costa del Sol; los chinos, prostitución y
tráfico de personas; los pakistaníes y sirios, falsificación de documentos; los
búlgaros, transporte de drogas y armas...". En los locales franquiciados
de esa cadena de comida mediterránea no dudo que las viandas y el servicio sean
excelentes. Lo que no termina de gustar es el nombre. La mafia sólo puede
sentarse en el banquillo de los acusados, o sea.
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