sábado, 22 de septiembre de 2018

La "corbata invertida" de Lambán



El presidente del Gobierno aragonés, el socialista Javier Lambán, en un "rasgo de valor" más allá de la exigencia del deber, durante la sesión de control al Gobierno en las Cortes (según  lo leído en El Periódico de Aragón) “consideró una temeridad reformar el Estatuto de Autonomía antes que la Constitución en este aspecto. Y recordó a la formación naranja que pese a que quieran hacer bandera del aforamiento, es un tema que se debatía desde mucho antes de que llegase la nueva política. El presidente consideró que en este asunto hay que huir de la demagogia, que puede inducir a la ciudadanía a pensar que el aforamiento supone impunidad para los políticos”. (…) “Lambán, en sintonía con Sánchez, sería partidario de desligar la protección de los delitos que se cometan en la esfera privada y la pública, porque en estos últimos, considera, alguna protección tiene que haber. Si no, se facilitaría la proliferación de querellas que, aunque acabasen con el denunciado declarado inocente, la opinión pública ya le habría aniquilado”. ¿Acaso tiene Lambán rabo de paja? Pero es que resulta que es en la esfera pública y no en la privada donde se están cometiendo los actos de corrupción más ignominiosos. ¿Es ahí donde “alguna protección” hay que tener? Creo que al “susanista” Lambán se le va la pinza. Pretende aplicar la “corbata invertida” de Félix Lambán Ventura, el “León de Ejea”, cuando mantiene que hay que seguir aforado en “asuntos políticos” aunque no en “la esfera privada”. Pero un político en ejercicio lo es, al menos que yo sepa, las veinticuatro horas del día, como lo son un cura, un policía nacional o un ministro. Corríjanme si me equivoco.

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