Cuando
alguien pretende traspasarte su negocio de hostelería lo primero que necesitas
conocer es si ese negocio en cuestión funciona. Y te anima más, si cabe, cuando el dueño que
desea cesar te “regala” como valor añadido el “secreto” de su inimitable ensaladilla. Ese es el caso
del bar Las Palomas, en pleno centro
de Cádiz, según leo hoy lo contado por
Jesús A. Cañas, en El País. Su
actual dueño, Manuel Pérez, necesita
traspasar el bar por motivos de salud y con casi un siglo de historia a sus
espaldas. Como señala el anuncio: “Con derecho a receta de sus tradicionales
tapas”. Según El País, “el matrimonio [Francisco
y Mila Barberá] ensalza su mítica
ensaladilla cubierta de una mayonesa amarillo radioactivo, sus crujientes
merluzas rebozadas y sus gambas en
gabardina”. Francisco parece estar
dispuesto a ayudar al nuevo propietario hasta que sepa trabajar esos productos “secretos”
a la manera en la que él lo hace. Se cuenta que esas famosas recetas han sido
objeto de muchas letras por diversas chirigotas en Carnaval. Manuel Pérez
comenzó a trabajar en ese local de friegaplatos (freganchín, como él dice) cuando tenía 14 años, y fue su segundo
propietario el “inventor” de las “fórmulas magistrales” que todavía se sirven
desde hace setenta años. Después de
estar 23 años como empleado de la casa se hizo con las riendas del
establecimiento y se convirtió en el quinto propietario del negocio. Según
aclara Manuel Pérez, “hay domingos que sirve hasta 30 kilos de ensaladilla. Por
algo más de 1,70 euros, sirve dos bolas de su sencilla combinación de patata,
zanahoria y guisantes recubierta por la salsa secreta. A eso suma sus rebozados
de merluza, acompañados de la misma mayonesa, y sus gambas en gabardina con ese
ingrediente oculto que hace se mantengan en pie y crujientes”. Curiosamente, las recetas de cocina no tienen copyright . Posiblemente sea porque para
patentar una receta, como para que se incluya dentro de la Ley de
Propiedad Intelectual, es necesario incluir toda la información de la receta en
la solicitud, por lo que la receta pasaría a ser pública, pese
a estar protegida. Falta ya sólo conocer
cuánto dinero pide Manuel Pérez por el traspaso. ¿Chi lo sà?
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