domingo, 8 de agosto de 2021

Edith Stein

 


Mañana, 9 de agosto de 2021, hará 79 años que  Edih Stein fue asesinada en las cámaras de gas del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau junto a otros cautivos judíos tras haber sido deportada desde Holanda. Tenía el número 44074 de prisionera tatuado en el brazo. Fue beatificada el 1 de mayo de 1971 y canonizada en 1998 por Juan Pablo II. Stein nació judía, más tarde se convirtió en agnóstica, para abrazar posteriormente la religión católica en 1930 y profesar de monja carmelita en Colonia con el nombre de Teresa Benedicta de la Cruz. Había nacido el 12 de octubre de 1891 en Breslau (Polonia). Durante su juventud, mientras se encontraba sumida en una profunda depresión, escribió “Estrellas amarillas” con texto autobiográfico. Estudió Filosofía y tras licencierse presentó ante un tribunal su tesis doctoral, dirigida por el prestigioso filósofo Edmund Husserl (padre de la Fenomenología) con muy buena nota. Parece ser que sintió una gran satisfacción interna con la lectura de “El libro de la Vida”, de Teresa de Cepeda y Ahumada, y  diversos textos de Lutero, Agustín de Hipona y Kierkegaard. Todo ello, posiblemente, la inclinó a abrazar el Catolicismo. De la misma manera, Stein lucho contra la discriminación femenina. Jesús Moreno Sanz escribió un libro sobre ella (“Edith Stein en compañía, Vidas filosóficas entrecruzadas de María Zambrano, Hannath Arendt y Simone Weill”, Plaza y Valdés Editores, Madrid, 2014) donde se ofrece al lector un estudio completo de todos sus escritos fenomenológicos, literarios y místicos, en el contexto intelectual y sociopolítico alemán que condujo al triunfo del nazismo y la posterior Segunda Guerra Mundial. En ese relato, en dos partes, se van destacando los modos de pensar, la empatía y la intersubjetividad de las cuatro vidas filosóficas entrecruzadas de esas pensadoras. Stein había sido, además, enfermera de sangre durante la Primera Guerra Mundial en un hospital donde llegaban heridos de diversa consideración. Aquello la marcó para siempre. En su libro, señala Jesús Moreno Sanz que “en las conferencias que impartió entre los años 1928 y 1933, reunidas en la miscelánea ‘La mujer. Su tarea según la naturaleza y la gracia’, Stein problematizaba la desigualdad entre los sexos desde una perspectiva política, social, filosófico- antropológica y religiosa. Abogaba por una educación igualitaria entre hombres y mujeres y señalaba que, en la medida que no se las considera productivas, a las mujeres no se les da ni siquiera la oportunidad de desarrollarse individualmente”. Con la llegada de Hitler al poder en 1933, Stein fue apartada de las instituciones académicas en las que hasta entonces estaba vinculada. Escribió una carta a Pío XI donde le preguntaba la razón por la que la Iglesia Católica no había adoptado una clara postura frente al nazismo imperante, y exigía que se tomase  en el Vaticano una clara postura de inmediato. El silencio, tanto de de la Iglesia como de sus antiguos compañeros de  universidad,  fue vergonzoso. Ese año entraba de novicia en el monasterio Carmelo en Colonia, donde tomó los hábitos y cambió el nombre por el de Teresa Bendicta de la Cruz. En 1938, dos oficiales de las Waffen-SS irrumpieron en el convento y se llevaron por la fuerza a la monja.A partir de entonces comenzó su calvario.

 

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