lunes, 9 de agosto de 2021

La Dolores, de Florián Rey

 


Anoche  no podía conciliar el sueño y, después de haber visto en la televisión de Aragón el programa “La Posada de las Almas”, centrado en la figura de José Iranzo, conocido como el Pastor de Andorra, pude ver la película “La Dolores”, dirigida por Florián Rey y teniendo como protagonista  a Concha Piquer. Dolores es una joven camarera en un mesón de Daroca. Entre los clientes habituales hay dos tipos  que beben los vientos por ella. Uno de ellos es Melchor, el barbero del pueblo; el otro es un rico terrateniente del Campo Romanos. Un día, en el mesón se presenta Lázaro, un estudiante de latinajos en Tarazona y también se enamora de ella, que le corresponde. El barbero, celoso, decide inventarse una copla contra el honor de Dolores que corre como la pólvora por toda la comarca. Un día su padre decide mandar a Dolores a trabajar a Teruel de sirvienta. Melchor marcha a Teruel y seduce a Dolores para más tarde abandonada a su suerte. Ella decide regresar a Daroca y, al poco, su padre muere de forma repentina. Dolores se marcha a Calatayud en busca de Melchor. Eran tiempos de diligencias. Para hacernos una idea, el trayecto Barcelona- Madrid duraba 80 horas.  La posterior llegada del ferrocarril acortó esos tiempos a 24 horas. De aquella película (basada en la obra teatral de Felíu y Codina) existió en 1908 un cortometraje dirigido por Enrique Jiménez  y una película en 1923 dirigida por Maximiliano Thous. “La Dolores”, dirigida por Florián Rey, se estrenó en febrero de 1940 con gran éxito de público. En 1947 se estrenó  “La copla de la Dolores”, que fue exhibida en España como “Lo que fue de la Dolores”, bajo la dirección de Benito Perojo, con Imperio Argentina como protagonista y con texto teatral de Manuel Acevedo. En esa película, Dolores huye de Calatayud y se instala en un  pueblo donde se casa con un viudo que tiene una hija. Ella y el hermano de Melchor le hacen a Dolores la vida imposible. Muerto el marido, Dolores, ya otoñal y nostálgica, se marcha de aquel pueblo sola y derrotada. La última versión, “Alma aragonesa”, fue rodada en 1960, protagonizada por la cupletista Lilián de Celis. El escenario no es Calatayud  sino en la sierra de Albarracín. Lo que sí parece  cierto es que existió una tal Dolores Peinador Nervión en 1819, nacida en Calatayud, que se casó con un exteniente granadino de nombre Esteban Tovar; que tuvo cuatro hijos; que terminó abandonando a su marido; que en 1850 encontró residencia de alquiler en Madrid, en la calle de la Ballesta; que enviudó, y que sus últimos años trabajó de criada en el palacio de los Marqueses de Altamira (calle de Flor Alta número 8, Madrid); y que tenía setenta y cinco años cuando murió el12 de agosto de 1894, siendo posteriormente enterrada en el cementerio de la Almudena.

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