El diario Heraldo de Aragón se hace hoy eco de las palabras de Cristian Lapetra, presidente del Real Zaragoza, respecto a la compra del club por parte de la sociedad Spain Football Capital. Ahora, según él, sólo falta la inyección de dinero exigible para poder contar con el presupuesto necesario y conformar la plantilla. Ahí es nada. Lapetra, como digo, ya tiene el cuadro de la bicicleta y las ruedas, pero le faltan los pedales, el plato, el piñón y la cadena, el manillar y el timbre. Por el nuevo campo de fútbol no debe preocuparse, que de ello ya se encargará Jorge Azcón con la ayuda de Dios, digo de Vox, el alcalde responsable del adefesio de la plaza de santa Engracia y de la colocación de veladores en las calzadas a mayor gloria de los hosteleros, dueños de 4.100 bares, 880 restaurantes, 470 cafeterías y 220 alojamientos y hoteles. Sánchez, eufórico, dice que la economía va como un cohete y bancos y eléctricas ganan más dinero que nunca. Mientras tanto, los niños ya no saben cómo huele el sol, los ancianos se esconden en las residencias apestadas como si estuviesen en las catacumbas, a la clase obrera no le llega la paga a fin de mes y la clase media “entra en mora” y observa impotente cómo todo se va al carajo de forma ralentizada por culpa de un Gobierno de aficionados que no sabe por dónde le sopla el viento.
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