viernes, 13 de agosto de 2021

¿Lo normal, dice usted?


Comprendo que en verano es habitual que se produzcan menos noticias para ser plasmadas en la prensa escrita. Hace años se decía que en un páramo de Castilla unos labradores  había avistado un ovni, o que una limpiadora se había cruzado con un fantasma en el pasillo de un caserón, etcétera. Pero no deja de sorprenderme una noticia aparecida en un diario que se edita en Zaragoza: “Una mujer por cada once hombres tiene  carné para camiones en Aragón”. Hoy las mujeres ejercen de fiscales, de jueces, de cirujanos, de abogados, de profesores… Sólo existe una profesión que las mujeres no pueden ejercer: la de sacerdote. El sacramento del orden sacerdotal está concebido para ser ejercido por personas del sexo masculino.  ¿A qué se debe? Eso habría que preguntárselo al papa Francisco. Como decía el catecismo del padre Astete: “doctores tiene la Santa Madre Iglesia que os sabrá responder”.  El hombre y la mujer están equiparados en la Constitución Española y los códigos Civil, Penal y de Comercio. Pero, claro, viniendo como venimos de una dictadura, donde la mujer necesitaba permiso expreso o tácito del marido para casi todo, se comprende que todavía algunos paletos se sorprendan de que una mujer pueda conducir un camión o una locomotora.  Pasará mucho tiempo todavía hasta que todos los ciudadanos de este país vean como algo normal lo que no tiene nada de excepcional. Lo normal es, en consecuencia, algo más que lo típico, habitual o esperado.  No es normal, por ejemplo, que las mujeres ganen menos que los hombres haciendo el mismo trabajo. ¿Quién dicta los parámetros por los que se rige la normalidad? Seguro que el lector conoce la respuesta.

 

No hay comentarios: