Fátima Báñez se ha cubierto de
gloria nombrando el pasado lunes a José Manuel Castelao Bragaño, de 71 años,
presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior, dependiente del
Ministerio de Empleo. Ahora dice ese hijo de Satanás que su renuncia no
tiene nada que ver con el comentario, sino con su situación personal y que
nadie le ha pedido su dimisión. El que fuera diputado del PP en el Parlamento
de Galicia entre 2005 y 2009, es un perfecto descerebrado que debería estar en la
cárcel una buena temporada por haber hecho apología sobre el desprecio de
género. ¡En qué país vivimos! La ministra Báñez está en la obligación de dar una explicación
pública sobre el nombramiento de este mal nacido. ¿Parece ser que Castelao
estaba molesto porque no podía obtener el acta final de una reunión de la Mesa de Educación y Cultura,
en Santiago de Compostela. Y fue cuando dijo: “No pasa nada. ¿Hay nueve votos?
Pongan diez… Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”. Y se quedó
tan pancho. Personalmente siento vergüenza ajena y me molesta que este gañán
haya sido diputado del PP en el Parlamento Gallego, que haya cobrado con cargo
al Estado durante cuatro largos años y que, durante ese tiempo, haya representado
a todos los ciudadanos de esa Comunidad Autónoma. De igual manera, los
dirigentes del Partido Popular deberían dar una disculpa ahora, aprovechando
los mítines del periodo electoral. Que se sepa que tipo de individuos hay
infiltrados en sus filas. Y que se conozca, de igual manera, con qué informes
curriculares cuenta la ministra Báñez a la hora de hacer determinados nombramientos
desde su responsabilidad.
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