martes, 1 de marzo de 2022
Carnaval
Fue el 5 de febrero de 1937 cuando el
Gobierno General de Burgos prohibió los carnavales en la España ocupada por los
rebeldes “en atención a las circunstancias excepcionales porque atraviesa el
país, momentos que aconsejan un retraimiento en la exteriorización de las
alegrías internas, que se compaginan mal con la vida de sacrificios que debemos
llevar, atentos solamente a que nada falte a nuestros hermanos que velando por
el honor y la salvación de España luchan en el frente con tanto heroísmo como
abnegación y entusiasmo, este Gobierno General, ha resuelto suspender en
absoluto las fiestas de Carnaval". No volverían a recuperarse hasta dos años
más tarde de la muerte de Franco.
Pero hubo una excepción treinta años antes, en 1947, cuando Cádiz los recuperó
tras el trágico accidente del 18 de agosto de aquel año. Aquel malhadado día se
produjo una explosión en el polvorín próximo al el barrio de san Severiano,
propiedad de la Armada Española, con el resultado de 150 muertos (sabido es que
la cifra oficial no se corresponde con la realidad, ya que hubo muchos más),
unos 5.000 heridos y alrededor de 2.000 edificios dañados. La onda expansiva de
la tremenda explosión (200 toneladas de TNT situadas en el depósito 1 de la
Base de Defensa Submarinas de la Armada) pudo escucharse en Sevilla, en Ceuta e incluso en Portugal. El
vapor "Plus Ultra", que había zarpado
poco antes y se encontraba a kilómetro y medio de distancia también sufrió
daños de importancia. Sin embargo, el guardacostas “Finisterre”
y el crucero “Méndez Núñez”, atracados, resultaron intactos. Nunca se supo la
causa, pero se cree que la descomposición por el calor del explosivo
(nitrocelulosa o algodón pólvora) procedían de 50 cargas de profundidad
alemanas del modelo WBD, obsoletas. Por levantar los ánimos, el entonces
gobernador civil y falangista Carlos
María Rodríguez de Valcárcel Nebreda permitió que las chirigotas del año
siguiente salieran a las calles en las llamadas Fiestas Típicas Gaditanas, evitando de ese modo poderlas llamar
Carnaval y celebrando esas fiestas en mayo. En un almacén de explosivos
próximo, donde la onda expansiva había arrancado el tejado, un teniente de
Infantería de Marina, Francisco Aragón
Ruiz, por tranquilizar a la marinería, se sentó sobre una mina y lió y encendió
un cigarrillo con una cerilla que rascó sobre ella. No cabe duda de que ese
acto fue una insensatez. Aquel "insensato
valor” fue publicado por el Diario de Cádiz (23/8/1947). Algo parecido sucede
en Ciudad Rodrigo (Salamanca) con el “Carnaval del toro y del aguardiente”. Se
ha convertido en tradición “el Campanazo”,
un peculiar disparo de cohete. Acompañados de las charangas y al ritmo de la ya
famosa 'Campana gorda', los mirobrigenses dan la bienvenida al
Carnaval. En la ciudad de Toro (Zamora) los carnavales
se remontan a 1590 y nunca fueron suprimidos, si bien durante el tiempo de
prohibición pasaron a denominarse como Fiestas
de Invierno. Al domingo de Carnaval le llaman los toresanos “Domingo gordo”.
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