Nada es lo que parece

 

Parece que la prensa de papel se hubiese puesto de acuerdo en contarnos cuál es la mejor tortilla de patatas y dónde la hacen. Con la que está cayendo, a los medios les interesa si la queremos tomar con o sin cebolla. Y Borrell, que tiene un sueldo de lujo y vuela en Business Class pide a los españoles que bajemos la calefacción de gas para “comprometernos más en una defensa colectiva” y así poderle cortar el cordón umbilical a Rusia. Si cree ese alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad que de esa manera se aumenta la presión contra el Krenlim, le falta aceite en su candil. Pedro Sánchez va más lejos, al afirmar que la constante subida de la luz y la galopante inflación es por culpa de invasión de Ucrania. Yo ya no sé en manos de quiénes estamos. Nos toman por tontos. También señala Sánchez que Juan Carlos I debe dar explicaciones a los españoles sobre sus fraudes a Hacienda cuando decida regresar. Y eso, ¿para qué? Era Hacienda el organismo que tenía la obligación de pedirle explicaciones al anterior jefe del Estado y no lo hizo. De hecho, alguien le dio el soplo para que se adelantase a hacer sus regularizaciones por un montante no declarado en varios ejercicios por pagos en especie de la Fundación Zagatka, constituida en Liechtenstein en 2003 (por varios vuelos en jet privado) que superaban los ocho millones de euros, antes, como digo, de que el Fisco le abriese una investigación. Por otro lado, Calviño pretende ahora impulsar con los agentes sociales un “pacto de rentas” para combatir la galopante inflación después de conocer que Argelia ha reiterado a España su garantía de suministro de gas, y tras haber reconocido que debemos prepararnos para una “inflación más persistente”. Por último, la ministra Belarra, que sigue apostando por las “vías diplomáticas”, que no han funcionado, ha llamado al PSOE “partido de la guerra” por entregar a los ucranianos armas (ametralladoras, cartuchos y lanzagranadas anticarro Alcotán-100) fabricadas por Instalaza, en Zaragoza, empresa de la que fuese consejero hasta 2009 el exministro de Defensa Pedro Morenés, entre los años 2011 y 2016; y, posteriormente, embajador de España en los Estados Unidos entre 2017 y 2018. En esta noria de los disparates nada es lo que parece, mientras la bruma no hace más que crecer y aumenta nuestra zozobra.