La feria de las vanidades

 

En su artículo de hoy en ABC, “Evocación de los palcos”, Antonio Burgos hace un elogio de los palenques de quita y pon en la sevillana Plaza de San Francisco para ver desfilar las procesiones de Semana Santa. Dice: “Los palcos eran, como los de la ópera en el Liceo, lugar de relevancia social en la ciudad. A los palcos se iba a ver las cofradías, pero también a hacer sociedad. Si no tenías tu palco en la Plaza, no eras nadie en Sevilla. Igual que los abonos de los toros ahora, las empresas tenían palcos donde invitaban a sus compromisos. Los palcos eran lugar de lucimiento no sólo de las cofradías, sino de los sevillanos. Allí estaban siempre los más famosos saeteros de cada época, y en las hemerotecas hay fotografías de artistas de mucho renombre cantando a Cristo o a una Virgen desde la primera fila de los palcos. Una primera fila en los palcos era como una primera fila de barrera en los toros, en la hoguera de las vanidades... Ir de mantilla a los palcos el Jueves Santo por la tarde era el máximo de elegancia para la sociedad sevillana”. Para quien no haya visitado Sevilla, la Plaza de San Francisco fue en tiempos pasados testigo de autos de fe de la Inquisición donde los considerados herejes debían mostrar su arrepentimiento y purgar sus pecados mediante atroces ejecuciones públicas. Es la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento y la antigua Audiencia de los Grados (establecida  en 1525 durante el reinado de Carlos I como órgano jurisdiccional de la Corona de Castilla, que tenía competencias judiciales en asuntos civiles y penales, pero no de gobierno) destruida por un incendio en 1918 y posteriormente reconstruida. En 1858 se derribó la cárcel situada a la izquierda de la Audiencia -Cárcel de los Oidores- por su mal estado, y en 1861 se eliminó la torre por amenazar su desplome. En la actualidad está la sede de la Fundación Cajasol, propiedad de CaixaBank. Y en una esquina, el Banco de España desde 1928. Tuvo diversos nombres: Plaza de la Constitución, Plaza Real de Fernando VII, Plaza de Isabel II, Plaza de la Libertad, Plaza de la Falange Española…, hasta que en 1980 se recuperó la antigua denominación por hallarse ahí en su día un convento de franciscanos. En realidad el Ayuntamiento se encuentra en el centro de dos plazas: la Plaza de San Francisco y la Plaza Nueva (por donde tiene su entrada principal)  y que en la actualidad se denomina como Plaza de San Fernando. Es ahí donde los aficionados del Real Betis Balompié celebran los triunfos de su equipo.