martes, 13 de junio de 2023

Cabañuelas, témporas, canícula, o cuál de las tres

 

 

Las cabañuelas, las témporas y la canícula son tres métodos diferentes de predicción del tiempo sin ninguna base científica. Se necesita ser observador y estar atento al tiempo y cómo se comportará durante los primeros doce días del año. El clima de cada día será el equivalente al clima del mes. Las témporas son más utilizadas en la zona norte y la canícula, en Extremadura. Las cabañuelas proceden de una fiesta judía de los Tabernáculos según un documento aparecido en Toledo en el año 1020, donde se señala que los judíos colocaban cien cabañuelas  en memoria del éxodo, que duró un siglo. Para acertar en el pronóstico se necesita observar las formas de las nubes, la dirección del viento, las características del Sol, la Luna, las estrellas, la niebla, el rocío de la mañana, el arco iris o el granizo, el comportamiento de los animales, las cicatrices y los crujidos de los muebles, entre otros factores determinantes. Otros “expertos” recurren a los primeros 24 días de agosto. Para pronosticar el tiempo que hará en los 12 meses siguientes. Tal vez esas previsiones  consiguieron que un pequeño almanaque (“El Firmamento”) de Mariano Castillo Ocsiero, nacido en Villamayor de Gállego en 1821,  se vendiese como rosquillas. Cuando presintió su muerte, en abril de 1875, pidió a su mujer (se casó tres veces) que le llevase a casa después de haber vaticinado una granizada tremenda, como así sucedió. Pues bien, ahora se ha hecho viral la figura de un muchacho, Jorge Rey, de 16 años, burgalés de nación y residente en Monasterio de Rodilla (comarca de La Bureba) que ya predijo “Filomena” en 2020 por el método de las cabañuelas y que ahora se atreve a pronosticar cómo transcurrirá el verano de 2023, según él “diferente a como lo predicen los expertos”. Mantiene que "el año pasado las hormigas voladoras tuvieron un comportamiento anómalo".  “El Firmamento” todavía circula como almanaque en rústica por los quioscos. Aquel hombre de peinado con raya en medio, un ligero tupé hacia la derecha de su cabeza y una eterna expresión de resignación creó el adminiculo en 1840, el año en el que María Cristina de Borbón-Dos Sicilias abandonó España y dejo la Regencia en manos de Espartero. Ya ha llovido desde entonces.

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