viernes, 2 de junio de 2023

Un libreto perdido

 


Parece ser que José María de Pereda,  antes de dedicarse la novela costumbrista, fue autor de teatro y de tres libretos de zarzuelas:  “Palos en seco”, con música de Eduardo Martín Peña, estrenada la noche de Navidad de 1861; “Mundo, amor y vanidad”, en un acto y en verso, estrenada  el 21 de noviembre de 1863 en el teatro Principal de Santander; y “Terrones y pergaminos”, de costumbres montañesas (ambas escritas en colaboración con Máximo Díaz de Quijano), la segunda de ellas con una temática muy parecida a la novela de Pereda “Blasones y talegas” y estrenada el 15 de diciembre de 1866. Ninguna gozó de fortuna  (y así lo reconoció Pereda en carta escrita a en 1898 al músico Saco del Valle cuando éste le solicitó el libreto de “Mundo, amor y vanidad”) y que apareció por fortuna no hace mucho tiempo en el Archivo Lírico de la SGAE, pero se dio la circunstancia de que al no estar firmado se catalogó como obra anónima. De la misma manera, Pereda escribió varias obras de teatro. Entre ellas, “Tanto tienes, tanto vales” y “Marchar con el siglo”. Las dos comedias y las tres zarzuelas fueron publicadas conjuntamente en 1869 con el título genérico de “Ensayos dramáticos”, y del que solo se editaron 25 ejemplares. De Eduardo Martín Peña se sabe que era natural de San Sebastián, que marchó a Santander al obtener plaza de profesor del instituto de Enseñanza Media, que se casó en esa ciudad con Virginia Fuentes, que tuvo gran amistad con Pereda, que marchó a Londres para ocupar un cargo en la embajada de España, y que murió en Roma en 1927. Durante su estancia en Londres, fue el primer profesor de Español  que tuvo Victoria Eugenia de Battenberg antes de que se casase con Alfonso XIII en 1906. Fue un gran viajero y visitó muchas ciudades europeas. En París tuvo una fractura de tibia al ser atropellado por un coche, y en Roma, como decía, hizo una vista al papa Pío XI, muriendo en el hotel donde se hospedaba de un ataque al corazón. El libreto de “Palos de ciego” continúa desaparecido. El argumento, grosso modo, es el siguiente: Teresa invita a la cena de Nochebuena a Silvestre, militar retirado que la ama en secreto, y a Pascual, un joven tímido y gordo, mayorazgo de una aldea, con el que la quieren casar. Eduardo, un oficial de rentas que es el preferido por Teresa, se presenta en la cena para despedirse de ella. Cuando se descubre el amor entre Teresa y Eduardo se acuerda casar a los dos jóvenes para salvar el honor de la familia. Al final todos los personajes se dirigen al comedor para comenzar la cena, sin embargo se derrumba la chimenea de la cocina y se les estropea el banquete. Es una lástima que ese libreto de Pereda, “Palos en seco”, nunca haya aparecido. Lo que si se conoce es que, tanto Pereda como Martín Peña, mientras en el Teatro Principal de Santander, el de la calle del Arcillero, se representaba su obra (palcos primeros y plateas, 30 reales; butacas, 8; y lunetas, 4), ambos se marcharon al Café Suizo y allí esperaron a que terminase el espectáculo y los amigos fuese a darles cuanta de todo lo acaecido y donde parece que hubo diversidad de opiniones, es decir, protestas y aplausos. Aquel teatro, inaugurado el 6 de mayo de 1838 y que había costado un millón de reales, estaba muy cerca de otro, el Teatro Apolo, desaparecido tras el incendio de 1941. Se reformó entre los 1893-94 y sufrió un incendio el 30 de octubre de 1915. Fue demolido en 1921 tras haber sido sede del Ateneo. Tuvo un sucesor, el Teatro Pereda, en la calle Santa Lucía, inaugurado en 1919 y demolido en 1966.

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