jueves, 22 de junio de 2023

De la hucha al bizum

 

Los que tenemos ya una edad avanzada todavía recordamos cuando, de niños, en todas las escuelas colocaron una hucha en la mesa del maestro en forma de cabeza de negrito destinada al Domund. También las había en tiendas y parroquias. Eran los años en los que resultaba amena la lectura del “TBO”, de “Trampolín”, o de “Pulgarcito”, y me familiarizaba con los personajes que aparecían en las viñetas: “La familia Ulises”, “El profesor Franz de Copenhague”, “El botones Sacarino”, “Rompetechos”, “Las hermanas Gilda”…Pero había un personaje al  que  prestaba especial atención: Eustaquio Morcillón,  siempre acompañado del miedoso Babalú, donde se narraban las peripecias de un explorador blanco y su guía de color implicados en la captura animales salvajes mediante sofisticadas trampas para ser destinados a zoológicos de la opulenta Europa. Ambos personajes fueron creados a partir de 1946 por Joaquim Buigas y dibujados por Benejam.  En el “TBO”, también, eran habituales las famosas viñetas del explorador anónimo metido en una gran olla sobre una hoguera para ser guisado y comido por que permanecían alrededor  de la víctima, en este caso el cazador cazado, antropófagos, que danzaban sujetando lanzas. Aquellas escenas macabras, que hoy serían impensables en un Estado de derecho, sembraron en mi volandera imaginación infantil el peligro de tratar de explorar las procelosas selvas africanas llenas de culebras, alacranes y maleficios. Por esa razón, tal vez, miraba de reojo aquella hucha colocada en la mesa del maestro con cierta prevención. Por fortuna, también dejó de publicitarse aquella canción de anuncio del “ColaCao” que entonces fabricaba Nutrexpa, empresa que fue fundada en 1940 por iniciativa de los cuñados José Ignacio Ferrero Cabanach y José María Ventura Mallofré, en el barcelonés  barrio de Gracia. Su objeto residía en producir la miel “Granja San Francisco” y los flanes “Gloria”. A mediados de aquella década, registraron la marca “Cola Cao”. En el anuncio se cantaba: “Yo soy aquel negrito, del África tropical…”, y en el envoltorio amarillo podía verse a un paria de piel morena con un pesado saco de cacaos al hombro camino de un chamizo de barro y paja. A propósito de esas huchas (que en Aragón llamamos mijarretas), leo hoy en El Correo de Zamora, a propósito de la Fiesta de la Banderita de Cruz Roja, que las huchas se han sustituido por donativos a través de Bizum, con código 07702, que es  un proveedor de servicios de pago de este país y donde colaboran 34 entidades bancarias, consistente en un sistema de desembolsos instantáneos  a través del móvil entre particulares y en compras en comercios.

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