martes, 6 de junio de 2023

Nuestro parque temático

 


Señala hoy Juanmi Vega en El Correo de Andalucía que “Sevilla se encamina al modelo de París”. Yo no encuentro ninguna similitud, salvo que solo ha copiado lo malo. Al referirse a la Place du Tertre, en la colina de Montmartre (eso no lo dice él, lo digo yo) señala que “había infinidad de bares pequeños donde tomarte un café disfrutando de las vistas, de la paz y la tranquilidad que daba ese lugar. “La plaza -sigue diciendo Vega- no alberga pintores y sólo hay veladores y carpas donde los establecimientos hosteleros hacen su agosto todos los meses del año. Obviamente salí huyendo de allí”. Al hacer referencia a Sevilla recuerda el articulista cómo era la plaza del Salvador hace solo una década. ¿Qué ha sucedido? Pues, sencillamente, que en Sevilla han desaparecido las tascas de siempre, aquellas que solían estar regentadas por santanderinos en su segunda o tercera generación, y han sido sustituidas por terrazas y restaurantes, algo parecido a lo que está sucediendo en también en Zaragoza, donde yo resido, como se puede comprobar dando una vuelta por la plaza de Santa Ana, la plaza de Santa Cruz y en gran parte del casco viejo, todas con mesa y mantel y “donde un botellín de agua no baja de los 4 euros”. Es la España que queríamos, la de la hostelería por encima de todo, la de los camareros con escasa preparación, la del turismo cutre cuya estancia no pasa de un par de días, la que acompleja a los ciudadanos españoles que no saben inglés, la que se está llenando de apartamentos turísticos mucho más rentables que los alquileres, etcétera. Los turistas extranjeros ya se sabe, cuando llegan creen estar en un parque temático. Solo tienen que seguir al guía que les enseñe el Pilar, la Seo, la Aljafería y cuatro bares del Tubo en hora punta. No muy tarde, claro, porque enseguida se van a dormir para, al día siguiente, muy temprano, tomar el autocar camino de una playa del Mediterráneo saturada de horteras. Había una frase en Asturias, tierra de emigrantes a América, que venía a decir: “Indiano allí, dinero aquí”. Hoy, que ya no existen los indianos ni nadie manda dinero de la otra esquina del Atlántico, aceptamos el turismo europeo como riqueza sobrevenida y necesaria que aporta al Erario Público 176.000 millones de euros al año y crea 2,8 millones de empleos. Angy Galvín, en elDiario.es (10/11/21) recordaba a los lectores, refiriéndose a los barcos que arriban a Baleares: “Es imposible un turismo sostenible con 29 millones de pasajeros cada año, aunque todos sean ecologistas y vayan en bicicleta. Tenemos que parar y retroceder.” Volviendo a Sevilla. Se estima que existen operativos (a datos de abril de este año) 235 hoteles, lo que equivale a 37,09 plazas hoteleras por cada mil habitantes. Pero no olvidemos que parece chocante, si se considera que Sevilla tiene  seis de los quince barrios más pobres de España, según el INE, y uno de ellos, el Polígono Sur, ya ha sido superado por Los Pajaritos, con menos de 6.000 euros de renta.

No hay comentarios: