El bastón de González

 Leo un suelto en La Voz de Galicia, donde su autor, Laureano López, comenta sobre  el bastón que ahora lleva Felipe González y que, como señala: “Soporta el peso de una biografía tan buena como nefasta”. Recuerda al lector que “hubo un tiempo en el que llenaba estadios. Literalmente, rompía la pana”. Sí, sí, ya, ya…, todo, también su bastón nos recuerda que España ha cambiado y que todo tiende a la estratificación. Este país, que dejó de ser franquista para ser juancarlista, se encuentras ahora dentro de un dédalo diabólico del que ya no sabe cómo salir airoso. El hombre de la bodeguilla y de los bonsáis “que dijo haberse enterado de la existencia de los Gal por la prensa”, se ha convertido en un juguete roto que de vez en cuando asoma en televisión para soltar perlas cultivadas y frases-papilla. Ahora hemos podido verle con Felipe VI en medio, en una foto junto a Aznar, Rodríguez Zapatero y Rajoy, los expresidentes vivos, en una reunión del Patronato del Real Instituto Elcano celebrada en El Pardo. Solo faltaba un dibujo del ilustrador José Ramón Sánchez, como aquellos que hiciera hace cuarenta años donde pedía el voto para el PSOE “por el cambio”; que, como en las viejas motos “Lube”, estaba al lado derecho del depósito de gasolina. Aquel año, 1982, pasamos del blanco y negro al tecnicolor. Pero la foto del triunfo sonado, donde Alfonso Guerra le sujetaba el brazo a Felipe en un  balcón de hotel, ha virado al color sepia. El bastón que ahora ayuda a Felipe González a mantenerse en pie es como el puntal que sostiene el arco de medio punto de un convento en ruina en el que ya no queda techumbre ni monjas.