Ayer,
día muy caluroso en casi toda España. En muchos lugares se celebró la
festividad de santa Marta, hermana
de Lázaro y patrona de la hostelería
y de los desahuciados, además de dar nombre a una ciudad colombiana en la
Región Caribe conquistada en 1501 por Rodrigo
de Bastidas y Juan de la Cosa, y
donde Simón Bolívar falleció en 1830.
A partir de entonces hubo una gran desventura. En 1834, un terremoto de grandes
proporciones con infinidad de muertos; en 1849, una epidemia de cólera; y en
1850 se produjeron grandes inundaciones del río Manzanares. Por si ello fuese
poco, en 1913 se declaró una pandemia de peste, y en 1928 una huelga de los
obreros de las bananeras, del ferrocarril y del puerto terminó en una masacre
en la plaza de Ciénaga a manos del Ejército al servicio de la United Fruit Company, como quedó
reflejado en toda su crudeza en la novela “Cien
años de soledad”, de GabrielGarcía Márquez. Muchos españoles
conocen Santa Marta por una pegadiza canción de los años 50 del siglo pasado, “Santa Marta tiene tren pero no tiene
tranvía”, del compositor Manuel
Medina Moscote, nacido en Zapayán a finales del siglo XIX. Pero el tren terminó
desapareciendo de Santa Marta y de toda Colombia por las malas decisiones de
gobernantes mediocres. Ayer, como decía, también se celebró como todos los años
la Romería de Santa Marta de Ribarteme,
en el municipio de Las Nieves (Pontevedra). Muchos gallegos aseguran que la
tradición se remonta al siglo XII, aunque la primera referencia escrita data de
1700. Algunas personas, conocidas como “los
ofrecidos”, peregrinan amortajadas dentro de sus féretros, como promesa a santa
Marta por haberles librado de una desgracia a ellos o a alguien de sus familias.
Esos ataúdes son portados a hombros por los familiares de “los ofrecidos”, formando la procesión de los “cadaleitos”. Romería que está declarada de Interés Turístico en
Galicia. Familiares de “los ofrecidos”se encargan del avituallamiento, principalmente
líquido, durante el recorrido desde la iglesia de Santa Martahasta el cementerio y vuelta al punto
de partida. El sonido de las campanas, acompasadas con las bombas de palenque y
un cántico repetitivo, "Virgen de
Santa Marta, estrella del norte, te traemos a los que vieron la muerte",
dan mayor solemnidad al séquito macabro.Los
artilugios pirotécnicos, me refiero a
las bombas de palenque, se consolidaron hace mucho tiempo, asociados a
la creencia de que los estruendos espantaban las nubes, los perros, las meigas, el mal tiempo y las malas
energías que siempre brotaban del ojo vaciado del afilador y paragüero orensano
Cleto Faramiñás, que siempre
aparecía por Las Nieves durante la romería, con su carrillo de madera, su chiflo de boj y la ‘tarazana’ necesaria,
acostumbrada a afilar tijeras de amas de casa y navajas albaceteñas de barateros de cantina
de estación.Cuando sonaba la música del afilador por las calles
de Las Nieves se creía que la muerte acechaba. Los afiladores tenían,
también Cleto Faramiñás, un argot propio, el “barallete”. Incluso algunos habitantes al escuchar el chiflo de
Cleto se ponían un pañuelo sobre la cabeza. La superstición como presagio, la
superstición como creencia extraña ha hecho que el gallego sea un tipo
contradictorio. La Romería de Santa
Marta de Ribarteme es
fiel espejo de ese modo peculiar se ser y de entender la vida.
Santiago
de Zebedeo
es patrón de España desde los tiempos de Felipe IV por decreto del papa Urbano VIII,
según explicaba Sánchez Albornoz en
su obra“En los albores del culto jacobeo”. Tiene nombres equivalentes:
Jacobo, Jacob, Yago, Iago, Jaime, James, Tiago y Diego. Todos esos sombres son
variantes del nombre hebreo Ya’akov,
que significa “sostenido por el talón”.
Una leyenda cuenta que Santiago de Zebedeo se apareció en caballo blanco durante
la batalla de Clavijo (844) (dirigida
por Ramiro I de Asturias contra las
tropas de Abderramán II, que se
negaba a pagar tributos a losemires
árabes y el ‘tributo de las cien doncellas’,
un mito mediterráneo), para combatir junto a los cristianos. La crónica de tan
legendaria aparición fue narrada en 1243 por el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, enterrado en
Santa María de Huerta (Soria), en su obra “De rebus Hispaniae”. Con
aquella descripción novelada de Jiménez de Rada se consiguió un nuevo tributo
que percibía la catedral de Compostela y que, posteriormente, las Cortes de Cádiz intentaron suprimir (tanto
patronazgo como diezmo) por legendario y falso, aunque
volvió a restaurarse. Según José Antonio
Quijera Pérez(“Revista de Folklore”,
núm. 148, Fundos, 1993) “lo que sí parece cierto es que Ramiro I tomó la ciudad
de Albelda, e hizo un voto según el cual tanto él como sus vasallos debían
ceder, a perpetuidad y anualmente, a la Iglesia de Santiago en Galicia una
medida de trigo cada labrador, y una de vino cada cosechero. Además, se anulaba
el ominoso tributo de las doncellas, se instauraba la Orden de Caballería de Santiago y se fundaba el noble solar
camerano de Valdeosera”. También parece
cierto que Ramiro I de Asturias no tuvo una vida especialmente carismática. No
llegó a completar una década como máxima autoridad de su reino, y en su corto
mandato no se dieron acontecimientos de relevancia. Una mentira mil veces
repetida no la convierte en verdadera. Santiago de Zebedeo jamás estuvo en
España. Estudios arqueológicos han demostrado que Compostela era una necrópolis
precristiana, pero jamás se han practicado investigaciones científicas sobre
los restos que custodian los muros de la Catedral, hasta el punto de que
algunos investigadores incluso han atribuido tales reliquias óseas a Prisciliano de Ávila, el obispo hispano
acusado de herejía. Santiago de Zebedeo parece ser que murió decapitado en Jerusalén el
año 41 de nuestra era a manos de los secuaces de Herodes Agripa. Pero la idiocia humana, que da más crédito a los
mitos que a la realidad demostrada, puede llegar a alcanzar límites
insospechados, sobre todo desde el momento en el que comenzaron a aparecer
supuestas reliquias del santo. Así, el Monasterio de Cañas posee una reliquia
que, se supone, contiene las herraduras del caballo de Santiago, que recogería Diego López de Haro en la batalla de las Navas de Tolosa (1212)y entregaría a su hija Urraca Díaz de Haro, cuarta abadesa del
monasterio. Aquella batalla enfrentó a un ejército aliado cristiano formado
en gran parte por tropas castellanas de Alfonso
VIII de Castilla, aragonesas de Pedro
II de Aragón, navarras de Sancho VII
de Navarra y voluntarios del Reino de León y del Reino de Portugal contra
el ejército numéricamente superior del califa almohade Muhammad al-Nasir, en las inmediaciones de la localidad jienense de
Santa Elena. Más tarde apareció la frase “¡Santiago y cierra España!” a partir del siglo XVII, que era como
una inyección de valor frente al miedo insuperable a los combates en campo
abierto (solo comparable al desasosiego que siente un torero frente a un “pablorromero” corniveleto en plaza sin
enfermería) y que Valle Inclán, en “Luces de bohemia” la transformó en “Santiago y abre España a la libertad y el
progreso”, en boca de Dorio de Gádex.
En círculos católicos no gustó la
representación de “La Última
Cenade Jesús” (según el cuadro de Leonardo da Vinci) que llevó a cabo en Parísun grupo de
“drags queen” durante la tarde-noche
del pasado viernes, día 26, con ocasión de la inauguración de los juegos
olímpicos. Pienso que podría haberse evitado esa astracanada por respeto a los meapilas. Intentemos ser serios por instinto de conservación. ¿Se hubiesen atrevido los organizadores del evento a hacer mofa de Alá o de Mahoma? Pienso que no, porque los franceses conservan en su memoria
los trágicos sucesos del 13 de noviembre de 2015, con tres explosiones de
suicidas en Saint Denis mientras se celebraba un partido de fútbol entre
Francia y Alemania y al que asistía el presidente François Hollande.Por si ello fuese poco, casi al mismo tiempo,el restaurante 'Le Petit Cambodge', el local 'Belle Équipe', el bar 'Le Carillon', el boluevar Fontaine y la sala de espectáculos ‘Bataclan’ (mientras el grupo de rock ‘Eagles of Death’ tocaba frente a 1.500 espectadores) también fueron
escenario de otros tantos ataques perpetrados porvarios tipos armados con fusiles de asaltoque dispararon a
quemarropa contra todo el que se cruzara en su camino. El resultado fue de 130
muertos y 352 heridos de diversa gravedad. Muchos de ellos murieron
posteriormente por las heridas recibidas. El fanatismo crea monstruos, como ha
podido comprobarse a lo largo de la Historia, desde la Inquisición auspiciada
por estos pagos por Fernando II de
Aragón hasta el actual fanatismo islámico. La Inquisición pervivió desde
finales del siglo XV hasta bien entrado el siglo XIX. Y duró tanto tiempo
porque sirvió a intereses determinados y no siempre del mismo signo: empezó
siendo un tribunal político y, posteriormente, se vinculó más a la Iglesia
católica, persiguiendo a los judeoconversos en sus primeros cincuenta años de
vida, luego a los moriscos y protestantes, a brujas y otras desviaciones
heréticas, y ya en el siglo XVIII a masones y librepensadores. Por eso digo
que hay cosas que es mejor no tocar ni hacer parodias. En ocasiones, cuando no
queremos saludar a alguien que nos cae antipático por la razón que sea, suele dar
buen resultado cambiarse de acera. El desdén, y hasta la descortesía si ustedes
lo prefieren, en ocasiones consigue excelentes resultados. A mí, la apertura de
los juegos olímpicos de París me pareció de un bienhacer exquisito. Para gustos,
los colores, que proviene del adagio latino “gustibus
non disputadum”, o sea.
La concha de vieira de peregrino era la
prueba de que el andariego vagamundos había completado el camino de Santiago, y
que más tarde cosían a sus ropones para proseguir la senda de vuelta. Y así
está reflejado en el Códice Calixtino
del siglo XII. La concha de vieira, como digo, es un adminículo que cumplía
muchas funciones, como protección ante el Maligno,
servir de cucharón para beber en los ríos, o poder llevarse a la boca calientes
y reconfortadoras sopas de convento. Según tengo entendido, el término "vieira" proviene del latín "veneriae",
que significa "cuna de Venus", la diosa del amor nacida en
el mar. Esta asociación no es casual, dado que Venus, o Afrodita según
la mitología griega, es conocida como la diosa del Amor y la Belleza, y se dice
que nació del mar cuando Saturno
cortó los genitales de Urano y los
arrojó al mar, de donde surgió esa figura erecta femenina de gran
belleza y pelo rubio posada sobre el nácar de una enorme
concha, como quedó
plasmado en el famoso cuadro de Botticelli.
La concha de vieira también se integró en los ritos de bautismo de ablución por
infusión de agua bendita (hagiasma) y en la forma de muchos baptisterios
parroquiales. Durante la Edad Media en vez de pila de agua bendita existían los
aspersorios, sujetos a una pequeña cadena. En España hay pilas de agua bendita
famosas. Así, en San Ginés, en la calle del Arenal de Madrid, hay dos conchas
inmensas del molusco Tridacna gigas, a las que se da el
uso; en el santuario de la Peregrina en Pontevedra hay otra pila que llegó de
Manila como obsequio de CastoMéndez Núñez; y en las criptas de la Sagrada Familia y de la Colonia Güell de Barcelona, existen sendas pilas de conchas sobre soportes diseñados por Gaudí, al que las auténticas conchas le llegaban desde Filipinas
por expreso deseo de Antonio López, marqués de Comillas y de su Compañía Transatlántica Española. Prócer patrio además
de estar considerado como el último negrero y traficante de esclavos, entonces
legal entre España y Cuba. Murió rico el 16 de enero de 1883 en el Palau Moja de Barcelona (calle Puertaferrisa
esquina a las Ramblas). Durante una década vivió como huésped de ese palacio Jacinto Verdaguer, protegido del
marqués, confesor de la familia y limosnero. Un día antes del fallecimiento de
Antonio López, León XIII
firmó una bula donde se le perdonaban al indiano enriquecido todos los pecados
cometidos en su vida. Parece paradójico tal proceder en el autor de la encíclica "Rerum novarum" de 1891, sobre la mala situación de la clase obrera. ¡Chupa del frasco! No cabe duda de que pesó más en aquel papa la construcción del seminario jesuítico de Comillas (hoy Universidad Pontificia) con dinero manchado que el sufrimiento causado por la trata de personas de raza negra. El 4 de marzo de 2018 se le retiró a Antonio López de
su pedestal en Barcelona, en la plaza que llevaba su nombre junto a la Vía
Layetana y que ahora se denomina plaça de
Correus por un lado, y plaça de Idrissa Diallo, por otro. Idrissa Diallo (Guinea Conakry, 1991-Barcelona, 2012) fue un migrante muerto en un hospital de Barcelona tras ser retenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca. Todo apuntó a una omisión del deber de socorro por parte de los policías que lo custodiaban.Aquí lo dejo. Feliz fin de semana.
García
Trapiello hoy, en Diario de León,
hace una crítica sobre las recreaciones históricas que se llevan a cabo cada
verano en muchos rincones de España, y señala que “cuando de la historia hacen
carnaval metiéndonos en su farsa, hasta el más tonto se ve duque y la menos
tonta doña Urraca”. Y lo cuenta a
propósito de la segunda recreación consecutiva de de la coronación histórica el
pasado sábado de Alfonso VI, donde participaron alrededor de 250 figurantes en la
plaza de la Regla. Sobre las ocho y cuarto de la tarde San Isidoro fue el punto de partida de un desfile donde el rey y su
mujer, doña Berenguela, iba acompañado
por su comitiva donde nobles y plebeyos redoblaban tambores dispuestos a retroceder
al 26 de mayo de 1135, en el que se celebró una ‘curia regia’ por la que se coronó a ese rey como Imperator Hispaniae. Y por allí andaban
su madre, doña Urraca, su hermana, la infanta doña Sancha, García Ramírez,
rey de Navarra, el conde de Barcelona,
el de Tolosa, el de Gascuña y hasta algún representante de
los reinos árabes. El rey, delante de la catedral hincó rodilla en tierra ante
el obispo para recibir los atributos reales: manto, cetro y corona. Con posterioridad
se procedió a que unos jinetes disputaran justas. Todo ello es el preámbulo de
las fiestas de san Froilán y, por
supuesto, un reclamo turístico. Sigue contando García Trapiello: “Sale
urticaria en la retina viendo multiplicarse pantomimas romanas con legionarios
de chapa y pega, teatrillos medievales con jimenas de tetera en espetera y
jeromines de espadón matamoros, procesiones paponas de templarios ensabanados
con sus chonis y todo, o batallas napoleónicas donde el lerdo bobín se cree
granadero de trabucazo al aire... festorrillos con los que ya todo lugar quiere
robar su cachito de gloria en la almoneda de la historia. Es moda, ¿quién se
priva?, sale barato. Y quien no tenga epopeya se la inventa; licencia regalan;
y subvenciones también.Y no echó en saco roto la penita que le dio
tanto infantilismo grandón empanado en orgullito cojo”. En Aragón tenemos
varios ejemplos insufribles: la recreación de los Sitios por unos escopeteros de pacotilla, o las “alfonsadas” de Calatayud, que ya va en
su decimonovena edición, con la recreación de la conquista cristiana de esa
ciudad del Jalón por Alfonso I “El
Batallador” en 1120. En la iglesia de San
Pedro de los Francos, en la conocida “rúa”,
fea y de torre truncada y torcida, le se hace entrega al monarca de las llaves
de la ciudad y del tratado de rendición de los almorávides. Después, el rey
arma un caballero de honor, que puede ser cualquier ciudadano, desde un camarero
del restaurante Marivella hasta un poeta de reconocido prestigio local,
siempre claro está que haya ganado una “flor
natural” y que simpatice con el alcalde Aranda; para más tarde asistir todos juntos en unión a la
representación de una boda judía. Al día siguiente tiene lugar la lectura de
los “Fueros de Calatayud” de 1131,
todo ello “en un guiñol con ínfulas y parloteo en odioso y pulcro castellano”. Pero
por esos pagos, paradójicamente y que a mí me conste, el único aforado es el
alcalde, del PP, que además de presidir el Ayuntamiento bilbilitano desde 2011
es senador desde 2019, elegido junto a otros tres por el Parlamento autonómico
aragonés, que preside Marta Fernández,
de Vox, en su reparto de escaños territoriales. Es curioso, los detractores de
la Ley de Memoria Democrática, que también
estuvieron en contra de quitar la medalla
de Oro concedida en su día a Franco, son los más deseosos en practicar
recreaciones de personajes históricos de los que ya no queda ni polvo. ¿Por qué
Aranda, alcalde de Calatayud y senador por el Parlamento autonómico no recrea
los fusilamientos del barranco de La Bartolina, o la ejecución de Francisco Bueno, alias “Estirao”, el 15 de agosto de 1936 en
la Plaza del Fuerte entre abyectas sonrisas de “católicos de toda la vida y
gente de bien”, con acompañamiento de banda de música y de milicias falangistas
y requetés? Le recuerdo a ese alcalde y senador, cargo del que nunca fue elegido por la
ciudadanía, que una zona de ese barranco, donde existen dos o tres fosas,
sirvió durante años como vertedero municipal y que, en 1999, fue sellada con
miles de metros cúbicos de tierra mezclada con restos óseos extraídos de la
fosa principal, con lo que resulta casi imposible la recuperación de huesos
humanos. Tampoco se permitió colocar un memorial con los nombres de los
asesinados en aquel maldito lugar y que lucharon en defensa de la Constitución
de 1931. Las “alfonsadas”
bilbilitanas no son, a mi entender, cosa distinta a charlotadas bufas que
solo demuestra cómo anda el aceite del candil de los organizadores y de los
organismos públicos que les apoyan con el dinero de todos. En los pueblones donde nunca ocurre nada hay que inventarse epopeyas medievales con personajes grandiosos de cartón-piedra en un intento de atraer visitantes, como sucede en los olvidados decorados de películas del "Far West" en los secarrales del Desierto de Tabernas, en Almería, áridos, fantasmagóricos y llenos de alacranes.
Aunque no estoy casi nunca de acuerdo con la
forma de pensar de Ramón Pérez-Maura,
he de reconocer que en ocasiones acierta en sus escritos. Hoy, en su artículo “España es un sinsentido” publicado en El Debate, señala que “el Gobierno no tiene una mayoría para
aprobar nada que no vaya en beneficio directo de los partidos extremistas que
le apoyan. Y ese sinsentido está lleno de lógica porque Sánchez formó una mayoría de aluvión”. Ayer, el PSOE no consiguió en el Congreso
aprobar la reforma legal dela “Ley de Extranjería”, unproblema creciente de reparto en Comunidades de menores de edad llegados
en barcazas al archipiélago canario un día sí y otro también y sobre el que el
Gobierno no tiene claro cómo hacerlo manejable. Pretender gobernar con la ayuda
de la extrema izquierda de Sumar y Podemos, de la extrema derecha de Junts, y de la federación de partidos independentistas
vascos integrados en las siglas EH Bildu
es de un indudable difícil manejo, como lo es meter perros y gatos en la misma
jaula, o jesuitas y dominicos en el mismo convento. Seguro que entre ellos
habría peleas de poder más que de dogmas. Con tan grande polvareda perdimos a don Beltrán, aquel anciano caballero de
Carlomagno que regresó al campo de
batalla de Alventosa para buscar el cuerpo de su hijo Reinalte entre los cadáveres. Los españoles merecemos mejor suerte.