martes, 9 de julio de 2024

La nueva Romareda o el cabaré Chantecler

 


Acabo de leer en la prensa aragonesa la última milonga de la alcaldesa Chueca. Parece ser que “los ingresos extras de la nueva Romareda podrían reportar 4,8 millones a las arcas municipales con conciertos, eventos, abonos VIP y patrocinios”. ¿Patrocinios, dice usted? Mire, señora, hay que tener cuidado con eso de los patrocinios. En España ya tuvimos una, la monja Patrocinio, la influyente monja de las llagas, intima amiga de Isabel II, desterrada en cinco ocasiones y superviviente de dos cruentas revoluciones:  La Gloriosa, en España, y La Comuna, en  Francia. Aquella monja franciscana fue la instigadora del “Gobierno relámpago” de 1849.Sobre los conciertos, pues mire usted, señora, si está pensando en Raphael, mejor que no; eso de los eventos requerirían una explicación más detallada; también habría que saber si los abonos VIP son para funcionarios municipales de un cierto nivel y familares de concejales, que siempre van de marrón a todos los espectáculos. La alcaldesa Chueca no pasa día sin que nos “cante” una nueva milonga. Deja pequeño a Francisco Canaro, Pirincho (que es un pájaro encrestado del Río de la Plata) para los uruguayos y Pancho, para los argentinos. En la nueva Romareda, también, podría darse enseñanza de bandoneón, de sonido melancólico, para reportar más ingresos a las arcas municipales. La señora Chueca se ha metido en un dédalo, dice que de algo más de 150 millones de euros de coste, en un campo de fútbol para un equipo de Segunda División manejado por unos americanos advenedizos. Ya veremos cuál será el coste final de esa insensatez de una derechona aliada con la ultraderecha de Vox (que la tiene atenazada con el “lazo de Lambán” y la corbata invertida) y que tantas pegas puso a abrir una segunda línea de tranvía. ¿Cuál será la próxima ocurrencia de esa señora? Podría hasta hacer veladas con charlotadas las noches de los viernes del estilo de “Popeye torero y sus enanitos marineros”, por no ser menos que  Emma Buj, alcaldesa de Huesca. Seguro que llenaría la Romareda con sansirolés de libro dispuestos a reírse a costa de ciudadanos con acondroplasia  que, por desgracia,  no encuentran otra forma más digna de ganarse la vida. En fin, mejor será no darle ideas. A la alcaldesa de Zaragoza lo que le encandila es el folclorismo regional, sus atuendos con refajos, pendientes de azabache, castañuelas y mantones de Manila, que nunca fueron  de Manila sino de la China, na, y cantar jotas con voz de timbre chirriante y aireado, con pliegues ventriculares en la fonación para humedecer la glotis, que para eso tiene ancas donde posar sus manos al estilo arrabalero, voz de silbato de dar salida a los trenes  y voto prestado.

 

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