miércoles, 3 de julio de 2024

Segregaciones


Llevo un  par de días señalando que León quiere segregarse de Castilla. Y hoy leo en la prensa que Soria también desea separarse  de la comunidad castellano leonesa. El primero de los casos se podría entender por razones históricas; el segundo, no termino de entenderlo. Soria pertenece al antiguo  Reino de Castilla desde 1134, durante el reinado de Alfonso VII y  tras la separación de doña Urraca de Alfonso I. Cierto es que la expulsión de los judíos en 1492 disminuyó su población considerablemente. Sabido es, también, que resulta harto dificultoso luchar contra la despoblación territorial. En su día  se dieron paradojas: no hubo inconveniente en segregar de Murcia a Albacete, que pasó a formar parte de Castilla-La Mancha; y de Castilla la Vieja (entonces así se llamaba) a Cantabria y La Rioja para que éstas constituyesen comunidades autónomas propias. Pero no sucedió lo mismo con la provincia de León, pese a ser vez y media Asturias, Navarra o Murcia, tres veces Cantabria y La Rioja y dos veces la Comunidad Madrid. León tiene el alma partida en tres pedazos: un sentir gallego (el Bierzo), otro asturiano (la montaña leonesa) y otro sentir castellano (parte de la meseta). Por otro lado, los habitantes del Condado de Treviño, junto al municipio de La Puebla de Arganzón, 36 pedanías y 28 despoblados (en total, 1479 habitantes) desearían integrarse en el País Vasco y dejar de ser burgaleses, por las ventajas económicas y sociales que ello conllevaría. Todo partió de 1366, cuando Enrique II de Trastámara concedió a Pedro Manrique como pago a sus servicios prestados la villa de Treviño de Uda y todas sus aldeas y términos y dejó de ser zona de realengo para convertirse en zona de señorío. El título de conde de Treviño a Diego Gómez Manrique (bisnieto de Pedro Manrique) se lo concedió Juan II de Castilla (padre de Enrique IV y de Isabel I) en 1453, y un hijo de éste, Pedro Manrique de Lara Sandoval, recibió de los Reyes Católicos el ducado de Nájera. Con la división de España en 1833 llevada a cabo por Javier de Burgos, el Condado de Treviño quedó enclavado en territorio de Álava. En la actualidad pertenece al partido judicial de Miranda de Ebro, en la provincia de Burgos. En 1940 se hizo un sondeo por el Gobierno Civil de Burgos y el 98% de sus habitantes se declararon a favor de su integración en Álava. Y en el Estatuto de Guernica (artículo 8) estaba pensado integrar el Condado de Treviño (Burgos) a Álava y el Valle de Villaverde (Cantabria) a Vizcaya. Pero ¿dónde podría integrase Soria si se segregase de Castilla y León? Difícil de responder. Si la cuestión fuese, que no lo sé, que existen agravios comparativos con otras provincias castellano-leonesas y se sienten menospreciados, siempre les quedará el alivio de pensar que uno es dueño de su miseria. A los sorianos les diría que sus quejas deben dirigirlas a Alfonso Fernández Mañueco, o sea, a Valladolid. Tal vez si le llevan una cesta con torreznos (Revilla llevaba anchoas a la Moncloa en un taxi) les escuche.

 

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