Cuando escribe Marcello, ese
perrillo blanco y canela que asoma por una ventanita sobre su columna en
“República.com”, el Gobierno aguanta la
respiración. Marcello no da puntada sin hilo y los ciudadanos hartos, esos que Rajoy pretende que se queden en casa
con el chándal puesto, viendo “Sálvame” y bebiendo con avidez y a morro un
botellín de cerveza como si en ello les fuese la vida, salen a la calle para
manifestarse un día sí y otro también. Sólo faltaría que en este país se prohibiera
el derecho al pataleo. Y Marcelo, que diariamente afina y templa su pluma antes
de ponerla sobre el papel, o sobre la pantalla del ordenador, no se corta un
pelo al referirse a los sucesos en Neptuno el pasado martes: “Dice Rajoy desde
Nueva York que da las gracias a los españoles que no ejercen su derecho
constitucional a manifestarse. Sin duda una declaración insólita por parte de
un dirigente político que no se conforma con su mayoría absoluta en el
Parlamento, ni con el control de gran parte de las Comunidades Autónomas y
Ayuntamientos, así como en los medios de comunicación públicos y privados.
Rajoy quiere más: silencio general y todos en su casa a verlas venir en pos de
una idílica paz social que acepte sin rechistar los ajustes y las reformas del
Gobierno, y que soporte en su casa las inclemencias de la crisis, el paro y la
ausencia de un futuro de crecimiento que el Gobierno promete pero que no se
ve”. Y como postre, Marcello hace referencia a una Corona que está necesitando
ser frotada con “sidol”: “TVE pretende
promocionar un programa semanal relativo a la Familia Real, dando
con ello la impresión de que la
Corona está más tocada de lo que parece e intenta rehacer su
imagen a toda velocidad”. Vamos, que no debemos estropear con “intereses de
vuelo corto” el ágil revoloteo acrobático de la gaviota el PP en una
Legislatura que empieza a oler a muerto.
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