jueves, 6 de septiembre de 2012

Retratos



Antonio López, que pedía 190.000 euros por pintar a  Francisco Álvarez Cascos  su retrato para el Ministerio de Fomento dice ahora, ante el deseo de Ana Pastor de cancelar el contrato firmado por su antecesor en el cargo, José Blanco, que lo pintará gratis por su amistad con el político. Retrato viene del latín retractus. Ah, pues muy bien, Ana Pastor se ha retractado, o sea, se ha arrepentido del encargo de su antecesor Pepiño, que firmó sin pararse a ver qué firmaba. Una cosa es dar de comer a los artistas y otra, muy distinta, morir al palo de sus tarifas. Pero dígase todo; Antonio López es un pintor vinculado a la galería Malborough, en la que trabajaba María Porto, su tercera mujer. “Existen otras prioridades”, ha señalado Pastor en Santander. Hombre, a mi entender, en estos tiempos de vacas flacas bastaría con una fotografía ampliada. Manuel Marín, dentro de lo malo, es un ejemplo a tener en cuenta. Encargó para la galería de presidentes del Congreso una fotografía de Cristina García Rodero, que salió por 24.000 euros. A todas luces un precio demasiado alto para una foto ampliada. No sé si vale el ejemplo. No, no vale.  José Montilla, más modesto que Marín,  pidió a María Espeus un retrato por 7.710 euros. Eso ya es otra cosa. Valga como ejemplo. La amistad del pintor con el exministro Álvarez Cascos viene de lejos, de cuando el exministro  le encargó al artista unas cabezas escultóricas para la remodelada Estación de Atocha. López tomó como modelo a una de sus nietas para la representación del día y de la noche. En "Día", la cabeza infantil aparece con los ojos abiertos y dirige a los viajeros una mirada atenta, mientras que en "Noche" la niña duerme. Esas esculturas, que fueron colocadas en la sala mixta de la planta baja, más tarde se trasladaron a la calle.  Pero no son las únicas estatuas. Existen otras de Eduardo Únculo, Martín Chirino, Juan Bordes y Francisco López Hernández, conocidas como “El viajero”, “Mi patria es una roca”, “El bautista o el Orador” y  “Homenaje al agente comercial”, respectivamente. Y hablando de retratos, ya veremos en cuánto sale la pintura que Antonio López está haciendo de la Familia Real  para el Palacio de Aranjuez. López lleva catorce años con los bocetos, pero como las circunstancias de la real familia cambian, no sé que puede salir del laberinto. A mi entender, lo mejor que podría hacer el pintor de Tomelloso es ponerse en contacto directo con Jaime Peñafiel y con el director de “Hola”, para concretar a quién se debe añadir y quién debe evaporarse; porque claro, un retrato al óleo no es el photoshop”, donde se admiten los efectos avanzados para dar el pego. Como dijo  Mariano Osorio Arévalo, III marqués de la Valdavia: “La familia es una importante institución, de muy difícil manejo”.

No hay comentarios: