miércoles, 11 de abril de 2018

Todo tiene relación



Leo en el diario ABC una noticia que transcribo textualmente: “El juzgado contencioso-administrativo número 8 de Madrid ha anulado el cambio de nombre de la calle de Madrid ‘Caídos de la División Azul’  en el distrito de Chamartín, al entender que su modificación por parte del Ayuntamiento de la capital en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica no se ajusta a derecho. El fallo, fechado a 6 de abril de 2018, argumenta que “la División Azul se formó en 1941, dos años después de finalizar la Guerra Civil y que por tanto no entra por tanto en el periodo de exaltación de la sublevación militar (1936), ni de la guerra civil, que es al que se refiere la normativa vigente”. Bueno, pues por la misma razón que expone la titular de ese juzgado, resulta intocable el adefesio de Cuelgamuros, que se levantó después de la Guerra con mano de obra de prisioneros, y los rótulos existentes de José Calvo Sotelo, asesinado en la madrugada del 13 de julio de 1936, es decir, a pocas fechas del comienzo del golpe de Estado. Ni el adefesio ni el crimen están incluidos en el periodo concreto que va desde el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. En efecto, la 250 División de Infantería (la “Blaue Division”), como bien ha explicado la Alcaldía, “fue un batallón de combate que puso en órbita Franco con voluntarios españoles del Ejército y la Falange para luchar contra el comunismo en Rusia. Combatieron durante tres años, desde 1941 hasta 1943. Fue una unidad militar integrada en el ejército de Hitler, la forma con la que Franco le devolvió a Hitler el favor que le había hecho ayudándole a ganar la Guerra Civil en España con el envío de la Legión Cóndor. Las conexiones con la Guerra son claras y evidentes”, como lo son, también, la figura de Calvo Sotelo, de Renovación Española, cuya muerte desencadenó el golpe de Estado; y el adefesio franquista de Guadarrama, tumba faraónica del cruel dictador.

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