domingo, 7 de abril de 2024

Saga de genios

 


De entre los libros curiosos que poseo en mi modesta biblioteca, uno de ellos me llama especialmente la atención. Se trata de un ejemplar bien encuadernado y con tapas de cartoné titulado “Miscelánea general de documentos”, conformada a los usos, costumbres y leyes en vigor en 1936, es decir, 63 años después del  fallecimiento de su autor, Esteban Paluzíe Cantalozella. Se trata de una edición adaptada a los nuevos tiempos por los sucesores de un autor nacido en Olot (Gerona) en 1806 y fallecido en Barcelona en 1873. Como digo, Esteban Pazulíe  fue un paleógrafo, pedagogo, y anticuario liberal que estudió magisterio en Valencia y abrió su primer centro de enseñanza en Barberá del Vallés. Más tarde ejerció de maestro, primero en Sabadell, y más tarde en Valencia. Allí tuvo que ocultarse al ser perseguido por sus ideas liberales. A partir de 1844, ya en Barcelona, fundó el diario “El Pregonero”, que más tarde cambió la cabecera por “El Avisador Barcelonés”, y luego “El Barcelonés”. En 1845 empezó a publicar “El Instructor de la Juventud” y fundó luego una editorial destinada a la impresión de libros para enseñanza primaria, tarea que le hizo decidir a cerrar la escuela. Regaló en 1856 una colección de cuadros paleográficos a la Escuela de Diplomática, le fue concedida la Cruz de Carlos III y le nombraron miembro correspondiente de la Academia de la Historia. Llegó a desempeñar el cargo de inspector de Antigüedades de Valencia, Aragón y Cataluña. Entre sus publicaciones merecen destacar “El Instructor de la Juventud” (1845) y  por entonces fundó una editorial destinada a la impresión de libros de Enseñanza Primaria. De entre todas sus obras publicadas, que fueron abundantes, merecen destacar “Aritmética mercantil” (1832); “Tratado de urbanidad” (1839); “La taquigrafía al alcance de todos” (1844); “Silabario intuitivo” (1867); “Olot, super comarca, sobre extinguidos volcanes” (1860),  y “Blasones españoles y apuntes históricos de las 49 capitales de provincia” (1869). Pero su gran éxito editorial fue la obra “Paleografía española”. Fue padre del editor Faustino Paluzíe (1833-1901);   abuelo de José Paluzíe Lucena (1860-1938),  ingeniero, esperantista y destacado escritor y problemista de ajedrez; y bisabuelo de Antonio Paluzíe Borrell (Barcelona, 1899-1984), astrónomo y divulgador científico; de Jesús Paluzíe Borrell, farmacéutico, químico e impulsor del georgismo y del esperanto en Barcelona; y de Mercedes Paluzíe Borrell (1909-1983), pintora y escritora de libros infantiles y para niñas adolescentes bajo el seudónimo Florencia de Arquer.​ También es descendiente suyo la economista Elisenda Paluzíe Hernández (1969) hija de Luis Paluzíe Mir (1934), autor del libro “Los espacios naturales protegibles, su conservación, regulación legal e incidencia en la ordenación del territorio”. Hay libros que merece la pena conservarse. El que yo tengo está editado en la Imprenta Elzeviriana (Torres Amat, 9, Barcelona) y distribuido por la Librería Camí (cesionaria única de las producciones de Editorial Paluzíe), calle Joaquín Costa, 64 Barcelona, 1936. Consta, por este orden, de sección preliminar, mercantil, civil, militar y eclesiástica. Un complemento de manuscritos para enseñanza en las escuelas donde nada se escapaba al modo de ayudar a gestionar con eficacia desde sencillos hasta farragosos trámites, todos ellos de interés y obligado cumplimiento durante la Segunda República.

 

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