martes, 13 de agosto de 2024

Quilombo

 

Trece y martes. ¡Ojo al gorila! Aumentan los incendios forestales turolenses: Corbalán, Desierto de Calanda…, uf, qué cruz. Y alerta por el calor excesivo en casi toda España mientras en Huesca siguen las fiestas laurentinas y El Maestrazgo pide declaración de emergencia hídrica. Los diputados del PP en el Congreso preguntan al Ministerio del Interior en una iniciativa escrita (en base, según ellos, de unos criterios objetivos y cualificables) la razón de por qué no se ha ascendido a general de brigada a Diego Pérez de los Cobos. A mi entender, la carrera militar en España termina en el grado de coronel. La ascensión al generalato es a discreción del Gobierno y, por tanto, debe recaer en la persona que le inspire más confianza al Ejecutivo.  Por lo tanto, el Gobierno no se salta ningún escalafón a la hora de valorar nombramientos. Ahí no hay escalafones que valgan ni tío pásame el río. Ese coronel por todos es sabido que en 2023 tuvo que ser readmitido al frente de la Comandancia de Madrid por resolución judicial del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Grande-Marlaska le había cesado a raíz de una polémica por los informes que vinculaban la expansión del Covid por la manifestación feminista del 8M de 2020 (todavía no se había decretado el estado de alarma) y no haber informado de ello. Actualmente ese coronel está destinado en la Intervención Central de Armas. En aquel cese, el ministro de Interior justificó la “pérdida de confianza”. Aquella investigación fue finalmente archivada. En aquella sentencia hubo que abonarle al coronel las diferencias retribuidas que había dejado de percibir desde su cese y el Ministerio del Interior se vio obligado a hacerse cargo de las costas procesales. Se entiende, en consecuencia, que el Gobierno sea renuente al pretendido ascenso de persona tan osada. Pero antes de todo ello, en abril de 2019, la Secretaría de Estado de Interior ordenó la investigación del cese de un sargento de la Guardia Civil por “falta de confianza de sus mandos inmediatos” ocurrida el año anterior. El coronel no conocía personalmente al sargento, que había recibido hasta entonces 15 cruces de la Guardia Civil y 18 felicitaciones y que siempre tuvo las máximas calificaciones. El 17 de octubre de 2018, el sargento le recriminó a un teniente su decisión de cesar arbitrariamente a un guardia y su superior le advirtió de las consecuencias de enfrentarse a él. Pero el guardia cesado denunció al teniente ante la justicia militar, que abrió diligencias por abuso autoridad. El 13 de marzo de 2019, el sargento testificó ante el juez a favor de su compañero y en contra del teniente. Cinco días después, se le abrió el expediente al sargento. Resulta que aquel teniente era sobrino político de López de los Cobos, es decir, que la mujer del coronel y la madre del teniente eran hermanas. Aquel desquiciado quilombo hace que me venga a la cabeza el acertijo de que el boticario y su hija, el médico y su mujer, se comieron cuatro huevos y les tocaron a tres. ¡Chupa del frasco, Carrasco!

 

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