Portodos es
sabido que en la escultura que Leone
Leoni hizo de Carlos I, titulado
“Carlos V y el Furor” y que se
conserva en el Museo del Prado vestido con armadura, sólo es reconocible por su
verdadero rostro, pues es muy parecido en sus catadura al que representa a ese emperador a caballo enMuhlberg, en el cuadro de Tiziano. Su cuerpo estilizado, sin
embargo, no parece corresponderse con el del monarca sino que debió ser tomado
de la figura de un atleta anónimo. Para la creación del modelo, se inspiró
Leoni en la estatuaria antigua y en los trabajos de otros grandes escultores
como Miguel Ángel o Donatello, tomando la disposición de
las figuras presente en la obra de Judith y Holofernes.Por Silvia
Colomé y su espléndido trabajo de hoy en La Vanguardia me entero de que esa escultura tiene piezas
desmontables. Fue el mismo emperador el que le encargó al escultor Leoni el
trabajo donde el emperador apareciese como vencedor. Cuenta Colomé que Leoni “estuvo
influenciado, además, por lecturas clásicas como la Eneida de Virgilio, ya que al artista milanés le
vino a la cabeza un verso que dice ‘Saeva
sedens super arma’ relacionado con el momento en qué el héroe encierra el Furor en el templo de Jano tras pacificar el Lacio”. Continúa
diciendo Colomé que “en realidad, la estatua del monarca guarda un gran
secreto. Como si de un ‘madelman’ renacentista
a tamaño natural se tratara, la armadura se desmonta. Y cuando esto sucede,
aparece el verdadero capricho de Leoni: el
emperador desnudo”. Pero el nieto de los Reyes Católicose hijo de Juana I de Castilla, que implantó en
España la dinastía de los Habsburgo,
no vio la obra terminada, al fallecer en el monasterio de Yuste el 21 de
septiembre de 1558. Aquella obra, sin embargo, había sido encargada en 1549 y
se la presentó Leoni al emperador inacabada en 1556. Pero no fue terminada
hasta 1564. Para entonces, como digo, ya llevaba Carlos I seis años difunto.
En la escultura se
hallan el emperador sobre el Furor , un hombre desnudo y barbado, encadenado y
con rostro sufriente y colérico, que tal vez simboliza a los divulgadores en
Europa de las ideas luteranas. Ambos, el emperador y el Furor, se encuentran
apoyados sobre una base circular con abundancia de armas y trofeos guerreros:
un carcaj, un escudo, un tridente, una trompeta, una maza y un haz de líctor
romano con hacha. Está firmado: “1564/
LEO. P. POMP. F.ARET. F.”; y una inscripción rodeando el pedestal:
“CAESARIS VIRTVTE
DOMITVS FVROR”.
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