jueves, 15 de septiembre de 2022

La fuente de Cella

 


Me refiero al pozo construido con piedra de sillería entre 1729 y 1731 en Cella (Teruel) por Domingo Ferrari a instancias de la Audiencia de Aragón. Es origen de tres acequias que riegan nueve pueblos: la acequia Madre, la acequia del Caudo y la acequia de la Granja, y su riego está regulado por unas ordenanzas de 1772. Ese pozo se alimenta de las precipitaciones caídas entre Cella y Molina de Aragón y entre Ojos Negros y Orihuela del Tremedal, una superficie que se aproxima a los 1.350 kilómetros cuadrados. La sequía de 2017, ahora aumentada por su falta de precipitaciones, fue causa de que esa fuente se secara aquel año. A día de hoy la cosa no está mejor. Y septiembre, que según el refrán “seca las fuentes o se lleva los puentes” no parece que sea la solución a la falta de lluvia. Ayer, sin ir más lejos, una tromba que en algunos puntos alcanzó los 27 litros por metro cuadrado  inundó en Teruel garajes, caminos rurales y convirtió el Viaducto en una  impresionante catarata. Pues bien, leo en la prensa que el Ayuntamiento de Teruel, sin encomendarse a la Virgen de la Cueva, tiene la pretensión de que la fuente de Cella genere la fuerza suficiente como para abastecer  de luz a  todos los edificios públicos y el alumbrado urbano mediante dos turbinas, con una potencia de 40 kilovatios cada una, que generarán casi 351.000  kilovatios a la hora con un caudal de 1.500 litros por segundo. Su coste estimado ronda los 460.000 euros, a los que habrá que añadir la monta de la colocación de tendidos eléctricos. A la salida de Infiesto, a orillas del río Mon y en dirección a Campo de Caso, patria chica de mi abuelo paterno, está el santuario de la Virgen de la Cueva, del siglo XVI, que cuenta con infinidad de leyendas. Fue visitado en 1858 por Isabel II, a la que acompañaba su hijo Alfonso y su confesor Claret. Poco tiempo después el santuario fue abandonado al desaparecer la cofradía que corría con los gastos de su mantenimiento. En el siglo XX se reconstruyó. Es muy visitado por peregrinos en su ruta jacobea. Pero a lo que iba, moreno. Para que el proyecto turolense salga adelante será necesario que llueva lo necesario como para que se llene el pozo de Cella. Otrosí, que la actual alcaldesa, Emma Buj Sánchez, del PP, se encomiende a la Virgen de la Cueva y se cumplan sus expectativas. Si continúa la sequía mucho tiempo y las turbinas no arrancan ya estoy viendo a los funcionarios turolenses caminando por los pasillos del Consistorio con faroles de guardagujas, o con linternas de acomodadores de cine.

 

No hay comentarios: