lunes, 5 de septiembre de 2022

Vuelta a los adefesios urbanos

 


A mi entender vuelven los adefesios urbanos a la ciudad de Zaragoza, como en los tiempos de González-Triviño. Leo en la prensa aragonesa que el alcalde Azcón ha señalado que lo “importante” de la nueva Romareda es que “se sufragará con colaboración pública y privada”. Es decir, que una cantidad, no dice cuánto dinero, pondrán los advenedizos que se ha hecho con el club de fútbol y el resto, es decir, tampoco sabemos cuánto, lo pondremos los zaragozanos mediante tasas e impuestos a mayor gloria del alcalde populista. Azcón me recuerda a aquel concejal de Urbanismo socialista, García-Nieto, cuando dijo que “el Auditorio no iba a costar un duro a los zaragozanos”. Pero el coste final superó los 7.000 millones de pesetas que no pagó, precisamente, el maestro armero. Estamos en época preelectoral y el actual alcalde es capaz hasta de correr delante de los cabezudos en el barrio de San José, como hizo días pasados. Ahora nos viene con esa milonga del coste al alimón de un reformado estadio para uso de un equipo de Segunda División que ha arrancado la temporada sin meter un solo gol en la portería contraria. El alcalde Azcón, a mi criterio, debería centrarse más en los barrios, que están muy sucios. La céntrica plaza de Salamero es solo una muestra de lo lentas que van unas obras que constarán entre cinco y seis millones de euros y no se sabe el tiempo que durarán. De momento ya llevan gastados alrededor de 2 millones en asegurar la superficie, puesto que debajo existe un aparcamiento. Los otros cinco o seis millones (que luego serán más, seguro) se deberán añadir a estos presupuestos iníciales, que según Víctor Serrano, concejal de Urbanismo, parecen “difíciles de determinar”. Siento vergüenza ajena por las declaraciones de ese sansirolé. ¿Difíciles de determinar, dice? Eso, dicho en boca del concejal de Urbanismo es como para tocar madera. Pero antes de ello, se acometió la reforma de la plaza de Santa Engracia para convertirla en un adefesio urbano despersonalizado, frío, llena de cemento y con poco atractiva para los peatones. La remodelación de Santa Engracia fue un capricho caciquil, la de plaza de Salamero es una necesidad, por hundimiento del suelo. Se sabe que el Gobierno de Aragón rechazó la designación de Víctor Serrano como interlocutor ante la Federación Española de Fútbol de cara a la candidatura del Mundial 2030. Su gestión  en el proyecto del nuevo estadio no parece que sea razón suficiente como para esa designación. Como bien recordaba Óscar Fle, "la Federación Aragonesa forma parte de la Española". Agustín de Hipona lo tuvo claro: "Roma locuta, causa finita".

 

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