domingo, 30 de julio de 2017

Anduvo jodido, pero "andó"





Yo sigo poniendo la tilde al adverbio “sólo” y a los pronombres demostrativos. Parece raro el hecho de que se diga que “la democracia se defiende desde la Cultura” cuando el ciudadano ha de satisfacer un 21 % de impuestos al Estado por asistir a una sala de cine o al patio de butacas de un teatro. Y parece raro, de la misma manera,  que exista una cartera ministerial de Cultura en un país en el que al Gobierno le interesa una ciudadanía adocenada, silente y plebeya. Si  a la RAE le interesa pulir la lengua (como ha sucedido con el imperativo “idos”, considerado ahora como una forma artificial y poco natural) que cambien también “anduviera o anduviese” por “andase” para corregir curvas en la carretera del idioma, cerrando los ojos académicos que “limpian, fijan y dan esplendor” a la circunstancia de que el verbo “andar” es irregular en las formas del subjuntivo y forma los tiempos del pretérito perfecto con una raíz latina irregular (“anduve”, “anduviste”). La RAE acaba de hacer bueno el principio de una frase de Extremoduro, el grupo español de rock fundado por Roberto Iniesta en Plasencia en 1987. Ese grupo musical, en 1997, tituló un álbum: “Iros a tomar por culo”. Pues miren, lo que entonces incluía un error gramatical hoy resulta que es correcto. Decía César Antonio Molina (que fue, además de ministro de Cultura, director del Instituto Cervantes) que  la Academia debería también combatir esta ola de populismo en todos los campos que nos invaden y ser más firme en sus principios. La toma del poder por parte de algunos se hace basándose en la demagogia que crean las mentiras a través de las palabras. La Academia nunca debería bajar la guardia y entregarse a la confusión y a los guiños de quienes jamás la respetarían”. Crear mentiras a través de la palabra conduce a otra vía muerta: la “posverdad”,  neologismo que va a ser aceptado por la RAE, donde las mentiras suelen sobrevivir cuando se repiten hasta la saciedad. Verbigracia: Mariano Rajoy explicando el pasado viernes la caída del paro según los datos de la Encuesta de Población Activa, ese organismo que tanto denostaba cuando los vientos no le eran favorables. No cabe duda de que tienden a disiparse los malos datos de desempleo cuando el poco trabajo existente se trocea como los quesitos de "La vache qui rit". Es decir, cuando un camarero se convierte en tres camareros, como en el milagro de la multiplicación de los “panes y los peces”. Claro, hay una diferencia: en Betsaida todos pudieron comer. Aquí, con la política del troceo de trabajo precario aumenta el número de trabajadores pobres. Hoy rotulo mi trabajo con el final de un viejo chiste, el de “Lázaro, levántate y anda...”. Feliz domingo.

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