Yo sigo poniendo la tilde al adverbio “sólo” y a los
pronombres demostrativos. Parece raro el hecho de que se diga que “la
democracia se defiende desde la
Cultura” cuando el ciudadano ha de satisfacer un 21 % de
impuestos al Estado por asistir a una sala de cine o al patio de butacas de un
teatro. Y parece raro, de la misma manera,
que exista una cartera ministerial de Cultura en un país en el que al
Gobierno le interesa una ciudadanía adocenada, silente y plebeya. Si a la
RAE le interesa pulir la lengua (como ha sucedido con el
imperativo “idos”, considerado ahora como una forma artificial y poco natural)
que cambien también “anduviera o anduviese” por “andase” para corregir curvas
en la carretera del idioma, cerrando los ojos académicos que “limpian, fijan y
dan esplendor” a la circunstancia de que el verbo “andar” es irregular en las
formas del subjuntivo y forma los tiempos del pretérito perfecto con una raíz
latina irregular (“anduve”, “anduviste”). La RAE acaba de hacer bueno el principio de una
frase de Extremoduro, el grupo español de rock fundado por Roberto Iniesta en Plasencia en 1987. Ese grupo musical, en 1997,
tituló un álbum: “Iros a tomar por culo”.
Pues miren, lo que entonces incluía un error gramatical hoy resulta que es
correcto. Decía César Antonio Molina
(que fue, además de ministro de Cultura, director del Instituto Cervantes) que “la Academia debería también combatir esta ola
de populismo en todos los campos que nos invaden y ser más firme en sus
principios. La toma del poder por parte de algunos se hace basándose en la
demagogia que crean las mentiras a través de las palabras. La Academia nunca debería
bajar la guardia y entregarse a la confusión y a los guiños de quienes jamás la
respetarían”. Crear mentiras a través de la palabra conduce a otra vía muerta:
la “posverdad”, neologismo que va a ser aceptado por la RAE, donde las mentiras suelen
sobrevivir cuando se repiten hasta la saciedad. Verbigracia: Mariano Rajoy explicando el pasado
viernes la caída del paro según los datos de la Encuesta de Población Activa, ese organismo que
tanto denostaba cuando los vientos no le eran favorables. No cabe duda de que
tienden a disiparse los malos datos de desempleo cuando el poco trabajo existente
se trocea como los quesitos de "La
vache qui rit". Es decir, cuando un camarero se
convierte en tres camareros, como en el milagro de la multiplicación de los
“panes y los peces”. Claro, hay una diferencia: en Betsaida todos pudieron
comer. Aquí, con la política del troceo de trabajo precario aumenta el número
de trabajadores pobres. Hoy rotulo mi trabajo con el final de un viejo chiste,
el de “Lázaro, levántate y anda...”. Feliz domingo.
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