lunes, 31 de julio de 2017

Sostiene Peñafiel





La noticia del día es que la Familia Real ha protagonizado el tradicional posado veraniego en Marivent. Y Felipe VI ha dicho su frase lapidaria: “Qué día de calor, eh”, al dirigirse a los reporteros, con la llaneza de ese vecino del quinto cuando él y yo coincidimos en el ascensor. Sólo le ha faltado decir: “Hay que ver cómo se ha puesto de cara la merluza de pincho”. Imagínense ustedes que hubiese dicho a los reporteros: “da sensación de que  hay demasiado dinero en la renta variable ante la baja valoración de la renta fija y a la retirada de bonos del mercado por parte de los bancos centrales” (frase que tomo de Primo González). Los reporteros se hubiesen quedado ojipláticos. Pero señalar que hace calor a finales de julio, es una figura retórica relacionada con la tautología, que no es cosa distinta a una afirmación obvia, vacía, redundante, inútil y viciosa, o sea, una perogrullada. Sostiene Jaime Peñafiel que “para la consorte, Marivent y Mallorca, le resulta una pesadilla. Nunca le ha gustado la capital balear para las vacaciones. Lo justo para cumplir con el gobierno balear, con la familia, con los mallorquines y con la prensa. Algo así como diciendo: hemos venido, nos hemos exhibido, hemos posado, hemos recibido a la sociedad  de la isla y les hemos obsequiado, ¿qué más quieren? Después de estas mini vacaciones, dejadme en paz…”. Sostiene Peñafiel que “sucedió en 2015, el día de la entrega de los trofeos de la Copa del Rey. Mientras Felipe cumplía con su obligación de presidir la ceremonia, Letizia recogía a sus hijas y, en el mayor de los secretos, abandonaba Palma en dirección a Madrid donde embarcaría en el vuelo TK- l860 de la compañía Turkish Airlines con dirección a… Estambul”. Y sigue sosteniendo Peñafiel: “Y pensar que  durante toda su vida, esta chica donde disfrutaba de los veraneos era en Benidorm con su abuelo el taxista…”.

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