Leo una noticia en Heraldo
de Aragón donde se cuenta que “fueron obligados a pagar y a dejar propina
14 italianos que intentaron hacer un ‘simpa’
de 620 euros en Pamplona”. En el mismo diario aparece la factura
desglosada. En efecto, la
Policía Foral de Navarra fue requerida por un establecimiento
de hostelería de Pamplona, el restaurante El
Ensanche, cuando unos “listillos
sanfermineros”, como fueron denominados por la Policía Foral de Navarra (Foruzaingoa en vascuence. No
confundir con los miñones alaveses, miñoiak)
intentaron no pagar la cuenta pendiente.
Pero es necesario dejar claro que la Policía
Foral no obligó en ningún momento a que esos clientes
abonasen un suplemento en concepto de “propina”. En este país ningún cliente está
obligado a dejar propina por norma. Tampoco están los tiempos para dispendios
ni fanfarronerías. Por estos lares el único que exige la propina es el Estado,
que lo hace con el añadido del IVA a todas las facturas. Isidoro Merino, en El País
(10/08/15) y dentro de su sección “El
viajero astuto”, recuerda al lector que “la propina constituye una parte importante de los
ingresos de quien la recibe, así que si estás tentado de no dejar nada por
aquello de que ‘la propina envilece’,
-sigue escribiendo Merino- recuerda el célebre diálogo entre Greta
Garbo y el botones de su hotel en la película de 1939, Ninotchka:
¿Por qué quiere llevar mi equipaje?”
- Porque es mi trabajo, señora.
- Eso no es un trabajo. Es una injusticia social.
- Bueno, depende de la propina.
- Porque es mi trabajo, señora.
- Eso no es un trabajo. Es una injusticia social.
- Bueno, depende de la propina.
Pues bien, dejando al margen el cinismo del botones del Gran Hotel La Clarence, en la
factura número 17 presentada por el camarero de comedor en el restaurante El Ensanche, en Pamplona, existe un
desglose donde figura una base imponible de 564’18 euros, a los que se añaden
otros 56’42 euros en concepto de 10% de IVA. Pero el redactor de la noticia
(tomada de la agencia Efe) señala:
“La intervención de los agentes hizo que el grupo tuviera que abonar no solamente los 620 euros
de la cuenta, sino también una “propina” del 10 %”. Falso, como ya he señalado. La Policía Foral de Navarra debe
limitarse a dar amparo a todo ciudadano que requiere de su asistencia, pero de
ninguna de las maneras debe motejar a nadie, aunque algunos pretendan "ir de gorra" en un Estado de derecho.
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