El excelente restaurador sevillano,
Francisco Jacquot, en una declaraciones a
ABC de Sevilla, al ser preguntado sobre una tapa clásica que le da
pena que esté desapareciendo, respondía: “La salsa española, que es la madre de
todas las salsas, y es muy difícil de encontrar en la actualidad. También se
están perdiendo el ragú de ternera, la pavía de bacalao o los riñones al jerez,
entre otros”. Jacquot es nieto de un médico que llegó a Sevilla para trabajar
en el Hospital de las Cinco Llagas, pero se siente vecino de La Macarena.
Cabo Roche fue su primer negocio hostelero
que ahora lleva su hija. También escribe críticas gastronómicas. El ragú de
ternera se lo solían dar a
Franco en
El Pardo y éste se quejaba de que le servían mucha carne y pocas patatas. A
Franco, por lo que parece, también le gustaban las patatas e ignoro si
Carmen Polo se las tenía controladas
por algún motivo de salud. Las pavías de bacalao siempre fueron un clásico
durante la Semana Santa.
También se las conoce como soldaditos de pavía. Son piezas de bacalao desalado
y rebozado acompañadas de pimientos rojos. Parece ser que las idearon en la
madrileña
Casa Labra, local situado
en el número 12 de la calle Tetuán desde 1860, donde fundó el PSOE
Pablo
Iglesias el 2 de mayo de 1879. Entre las muchas teorías, existe una que parece
acertada. Ese bocado tomó el nombre del uniforme amarillo de los soldados que
lucharon en la
Batalla de Pavía, en el siglo XVI, cuyo color
de uniforme era muy parecido al del rebozado. También los riñones al jerez
fueron muy populares en los cafés madrileños
de principios del siglo XX. El ragú y los riñones de ternera al jerez forman
parte de lo que
Mikel López Iturriaga
denominaría como
“cocina viejuna”. A
mí me encantan. La salsa española era para la
Marquesa de Parabere una “salsa fundamental”.
Se compone de un fondo oscuro, de ternera o vaca, y de un
roux oscuro, que es una mezcla de harina y de mantequilla. Se trata
de una salsa base para hacer otras salsas más complejas. La ligazón de harina y
mantequilla deberá hacerse a 8º grados centígrados y no deberán cocinarse más
de 30 minutos. Existen tres tipos de
roux:
roux claro,
roux rubio y
roux oscuro.
Pues bien, para hacer la “salsa española” primeramente deberemos tener
reservado un
roux oscuro. El origen
de esa receta re remonta a 1615, concretamente al 24 de octubre, fecha de la
boda de
Luis XIII con
Ana de Austria, hija de
Felipe III. Esa salsa se hizo en
Francia por cocineros franceses pero quedó denominada como “salsa española”. Y
así se la sigue llamando. Para su confección serán necesarios los siguientes
ingredientes: 500 gramos
de carne de ternera (falda, aguja o morcillo); 2’5 cucharadas de harina; 3
cucharadas de un buen aceite de oliva; 500 gramos de tomate
tamizado; 1 cebolla; 1 rama de apio; 1 zanahoria; 1 vaso de vino tinto; 1 vaso
de vino blanco; 1 cucharada de perejil; 1 cucharada de tomillo; 1 hoja de
laurel; sal y pimienta (a discreción); 1 litro de agua. Para su preparación, se lavan
y pelan cebolla, zanahoria y apio. Se pican finos y se reserva. Se tuesta
harina en una sartén sin que se queme. Se retira de la lumbre y se reserva. Se
pone aceite en una sartén
y se sofríen
las verduras picadas entre 3 y 4 minutos. Se ata la carne en forma de rollo, y
se calienta en una cazuela con el sofrito de verduras durante 10 minutos.
Pasado ese tiempo se le incorpora la harina y el tomate tamizado a la carne. Se
le añade el perejil, el laurel y el tomillo junto a los dos vasos de vino. Se
remueve y se le añade el litro de agua, la sal y la pimienta. Se cocina todo
ello a fuego lento durante 3 horas. Después de su cocción, se quita la hoja de
laurel y se vierte la salsa en un vaso de batidora. Deberá triturarse hasta
obtener una
crema fina. Finalmente se
pondrá el
roux oscuro sobre la carne
antes de ser servido el plato.
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