Vergüenza tras vergüenza
Por Francisco Otero Lijo me
entero de la historia del Pazo de Meirás, cuya primera piedra se colocó en 1893
sobre las ruinas de una vieja fortificación perteneciente a los Patiño de Bergondo desde el siglo XVI y
destruida en 1809 durante la
Guerra de la
Independencia. Cuenta Otero que por
casamiento pasó a los Pardo de Cela,
al contraer matrimonio Ángela Patiño
Monrejano y Girón, Señora de Belote y Casa de Meirás con Pedro Pardo de Cela Lama y Andrade, Señor de Ciobre y Resancos. Su hijo Pedro Pardo de Cela Lama Andrade y Patiño
casó con Ángela Antonia Pardo de Cela y
Ponte y el hijo de ambos, Juan José Pardo de Cela (1748-1797)
casó con Luisa Bazán de Mendoza y Castro
(1759-1820) y tuvieron un hijo: Miguel Pardo-Bazán de Mendoza y Castro, nacido
en Cambados, el 5 de julio de 1785 y muerto en 1839. Miguel se casó en La Coruña el 13 de septiembre de 1813 con Joaquina Mosquera y Ribera, que fue
asesinada por su segundo marido en 1848 con una navaja barbera, matándose él
posteriormente. Tuvieron un hijo: José
María Silverio Pardo-Bazán y Mosquera, nacido en La Coruña el 20 de julio de
1827 y muerto en esa ciudad el 23 de marzo de 1890. Abogado de profesión, llegó
a ser diputado al Congreso por La
Coruña y Carballino y redactor-jefe del periódico madrileño La
Discusión. Pio IX
le otorgó el 13 de junio de 1871 el título de conde pontifico de Pardo-Bazán. Ese título pontificio fue
autorizado para uso en España por Amadeo
de Saboya. Se casó el 30 de septiembre de 1850 con Amalia María de la
Rúa-Figueroa y Somoza, nacida en Santiago de Compostela
el 6 de diciembre de 1830 y muerta en Madrid el 8 de febrero de 1915. Fueron
los padres de la escritora Emilia
Pardo-Bazán y de la
Rúa-Figueroa, casada en el Pazo de Meirás el 10 de julio
de 1868 con José Antonio de Quiroga y
Pérez de Deza. Al poco tiempo se separaron. Tuvieron 3 hijos: Jaime, primogénito y único varón, María de las Nieves y María
del Carmen. Jaime, que entonces tenía 60 años, fue asesinado en Madrid (en
las matanzas de la checa de la calle Goya) junto a su hijo de 19 años, en
agosto de 1936 con sólo unas horas de diferencia. La hermana María de las
Nieves se casó con el general Cavalcanti.
No tuvieron descendencia. La otra hermana, María del Carmen, murió soltera en
1935. En consecuencia, toda la herencia de Emilia Pardo-Bazán pasó a la única
hija viva, María de las Nieves, más conocida como Blanca, que la compartió con
su cuñada viva, Manuela
Esteban-Collantes y Sandoval. Ambas decidieron en 1937 donar el Pazo de
Meirás a la Compañía
de Jesús, a condición de que fuese destinado a noviciado. Los jesuitas
rechazaron la donación al no aceptar condiciones. Pura soberbia. Fue entonces
cuando las autoridades coruñesas lo compraron mediante una forzosa “suscripción
popular” para regalárselo a Franco.
Se pagó por el Pazo una cifra estimada entre las 450.000 y las 750.000 pesetas.
Manuela falleció en 1959 sin descendencia. Y María de las Nieves fue donando
todos sus bienes en 1956, incluso su casa familiar de La Coruña, hoy convertida en sede
de la Real Academia Gallega. El título nobiliario fue
rehabilitado en 1976 a
favor de un pariente lejano, José Carlos
Colmeiro Laforet. El Pazo de Meirás, en el municipio coruñés de Sada,
propiedad de Carmen Franco Polo, está
en la actualidad gestionado por la Fundación Francisco Franco y fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008. La
familia de Franco, debería devolverlo al
Patrimonio de Galicia. Para más inri, la hija de Franco heredó de su madre el
título de Señora de Meirás,
concedido por el rey Juan Carlos I,
además del título de duquesa de Franco,
heredado de su padre. Aferrarse, como se aferran los Franco a esa propiedad
donada en tiempos de guerra, es una vergüenza para todos los españoles. Pero
hay precedentes: el Palacio de La Magdalena, en
Santander, cedido en su día a Alfonso
XIII para sus veraneos, fue vendido a esa ciudad por Juan de Borbón en 1977 por 150 millones de pesetas durante el
primer mandato del alcalde Juan
Hormaechea. Aquí nadie da puntada sin hilo. Vergüenza tras vergüenza.
¿Sucederá algún día algo parecido con el Palacio
de Marivent? Vivir para ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario