jueves, 23 de agosto de 2018

La corte del faraón



Arcadi Espada, en El Mundo, con su artículo “Los huesos de dios” nos abre el cajón de las reliquias. Y dentro de ese cajón, cuatro páginas de ABC del año 1957  y, entre ellas, una entrevista de Tomás Borrás con el arquitecto Diego Méndez, que diseñó la faraónica cruz que remata el Risco de la Nava, que le había parecido apropiado a Franco. Señala el arquitecto a Borrás: “Hermosura del sitio, magnitud, aspecto imponente y bravío que recoge el ánimo a la meditación, mas no le afemina”. Y remataba Borrás su trabajo en el diario conservador con estas perlas: “Y en el puño de la montaña coloca tesonera esa fe una Cruz que alcanza al cielo... Un cielo de vagarosa palabrería de viento batiente, de aves señoras que se inmoviliza en la altura, de alta cetrería de nubes, que condicionan desde su nido en el canchal las llanadas secas de la Sagra manchega. El mayor exvoto concebible, muestra de las fuerzas de eternidad de España”. ¿Qué les parece? He tenido que buscar en el diccionario de la RAE el adjetivo “vagarosa”.  Es el femenino de vagaroso, acepción en desuso. Y la RAE hace referencia a algo “que es impreciso y no tiene dirección”, es decir, que vaga, o que fácil y continuamente se mueve de una parte a otra, suelto y libre. Todo muy poético. El arquitecto Diego Méndez se había encargado con anterioridad (verano de 1939) de la restauración del castillo de Viñuelas, cercano a Madrid, que fue la primera residencia oficial de Franco y su familia mientras ese mismo arquitecto remodelaba el Palacio de El Pardo. Se da la circunstancia de que en el siglo XIV, el castillo de Viñuelas se convirtió en la residencia de Leonor Núñez de Guzmán,  amante de Alfonso XI de Castilla. Hasta la muerte del monarca en Gibraltar víctima de la peste bubónica,  ambos vivieron una intensa relación extramatrimonial que tuvo para Leonor el peor de los desenlaces. Cuando en 1350  murió el monarca, fue apresada durante su viaje a Sevilla en el real cortejo fúnebre y un año después  María de Portugal, su consorte viuda, ordenó su ejecución en Talavera de la Reina, dentro del castillo de Abderrahman III. La relación entre Leonor de Guzmán y Alfonso XI de Castilla sirvió de inspiración para la ópera La Favorita, con música de Gaetano Donizetti y libreto de Alphonse Royer, que tuvo su primera representación el 2 de diciembre de 1840 en el Teatro de la Ópera de París; y en Madrid, tres años más tarde en el Teatro Circo. La historia de esa ópera transcurre en España en 1340, cuando Castilla y Portugal se unieron para luchar juntos contra los musulmanes en la Batalla de Salado.

No hay comentarios: