Sánchez
trata de tranquilizar a la Banca y de apaciguar a los fascistas. A los de la
Banca les señala que su impuesto no es inminente. A los fascistas, que la
exhumación de Franco puede esperar.
Y en esas estamos, entre póngase bien y estese quieta. Ahora la controversia de
Manuela Carmena viene dada en si
conviene o no quitar el luminoso de Schweppes
en el madrileño Edificio Carrión, que lleva alegrando la vista nocturna de los
viandantes de la plaza de Callao desde 1972. Y en Aragón, Santisteve acusa a Lambán
de forzar el recurso de inconstitucionalidad de Sánchez contra el artículo 14.1 de la ley de Capitalidad. Este embrollo
me recuerda la letra de “Llora mi nena”,
aquella canción de Elíades Ochoa: “Enrique aconsejador, Torres me quiere dejar.
Yo metida en la sabana por culpa de otra mujer, Torres me quiere dejar. Llora
mi nena, ay, llora mi nena…”. En Huesca pegan el chupinazo del comienzo de
las fiestas de san Lorenzo y
Calatayud se prepara para las de san
Roque, mientras el granizo y las tormentas destruyen cosechas en el Bajo
Aragón. Y en Zaragoza hallan a tres hombres y a una mujer muertos en sus
respectivas viviendas desde hacía varios días. Vivían solos. La soledad en los
ancianos es algo difícil de explicar por lo que tiene de patético. De ella, de
la soledad, se ha hecho hasta religión. Y ya que escribo sobre la soledad (en
general) y san Lorenzo (en Huesca), haré referencia a la Soledad de San Lorenzo, que es una
cofradía fundada en Sevilla en 1575 y tiene un nombre mucho más largo: Pontificia y Real Hermandad Sacramental de
Nuestra Señora de Roca-Amador, Ánimas
Benditas, Beato Marcelo Espínola y Primitiva Cofradía de Nazarenos de María
Santísima en su Soledad. La imagen es obra
anónima atribuida a Velardi.
Se cuenta que es la Dolorosa más
antigua que procesiona sin música. En la parroquia de San Lorenzo, calle Conde
de Barajas (antigua calle ancha de san Lorenzo), se casó el pintor Pepe Domínguez Inchausti el 26 de febrero de1827 con Joaquina Bastida Vargas y allí bautizó a sus ocho hijos, todos
varones. San Lorenzo hace esquina con la basílica
menor de Jesús del Gran Poder. Mediado agosto, los montes empiezan a arder.
El pirómano de turno se cree “reina por un día”. ¿Alguien se acuerda hoy de Mario Cabré?
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