lunes, 3 de julio de 2023

Tonterías, las justas

 

Dicen que la etimología de la palabra Gerona no está clara, pero sí se sabe que viene del latín Gerunda (ciudad fortificada). Aquí hay un problema lingüístico no bien resuelto. A mi entender, decir Lleida o Girona se me antoja como un error de uso del castellano. Nadie dice London o Nápoli, sino Londres y Nápoles. Lo que señalo viene a colación con una noticia aparecida hoy en El Debate: “Los Premios Princesa de Girona vuelven a Gerona…”. Solo faltaría ya que cambiasen el título de la séptima novela de la primera serie de los “Episodios Nacionales”, de Benito Pérez Galdós, publicada en 1874. La “Ortografía de la Lengua Española” de la RAE define a las claras las definiciones exónimo  (la forma propia con que una comunidad de hablantes nombra un lugar que se encuentra fuera del ámbito de influencia de su lengua)  y endónimo (forma con que los habitantes locales se refieren a su lengua autóctona). La mezcla de lenguas produce errores. Y cuando se trata del uso de un híbrido o un extranjerismo, disponiendo de su sinónimo en castellano, puede ser desesperante. También parece chocante que escuchando al “hombre del tiempo”, éste llame a Mondragón, por ejemplo, Arrasate, y no denomine a Bilbao como Bilbo. La “Ortografía de la Lengua Española”  señala un claro ejemplo de contradicción linguística: “Hallado un  cadáver en las tranquilas aguas del Mediterráneo en el Golfo de Rosas, cerca de la turística población de Roses”. Aquí lo que habría que aclarar es si la princesa de Asturias es, al mismo tiempo, princesa de de Gerona o de Girona, o si hay que cambiarle el título a la novela de Galdós. Tonterías, las justas.

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