Perdices y tiberios

 

El 21 de julio de 2021 fallecía en Zamora Marcelino Centeno Álvarez (padre de los actuales dueños del "bar Bambú")  a los 83 años, considerado como el rey de las “perdices” y “los tiberios”. Las “perdices” eran boquerones rellenos en tempura, y los “tiberios”, mejillones en salsa roja picante. Ambas tapas se hicieron famosas y las servían en su bar de la céntrica calle zamorana Flores de san Torcuato. Marcelino falleció, como digo, un día después del quincuagésimo segundo aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Aquella efeméride quedó plasmada en las paredes de su negocio:

“Dos astronautas subieron
y en la Luna se posaron
mas… ¿sabéis lo que dijeron
los que en Zamora lo vieron
mientras la tele enchufaron?
Pues que aparte del misterio
y la emoción del camino
es mejor (y esto es en serio)
comer tranquilo un tiberio
en el bar de Marcelino”.

Todo comenzó en 1954 cuando Willy (Guillermo Rodríguez Riesco) y Luchy (María de los Ángeles Martín Fernández) fundaron el "bar Bambú" en la calle Alfonso de Castro. Y fue allí conde Luchy ideó las famosas tapas. Se cuenta que esa denominación de “tiberios” se le ocurrió a un cliente, abogado en un pueblo cercano.  Willy tiene en la actualidad 95 años, cumplidos el pasado 27 de abril. Luchy falleció en 1988. Hasta finales de 1953,  Willy estuvo trabajando en lo que hoy es el "Café Viriato", que lo cogió su suegro para que éste y su hija se pudiesen casar. Las cazuelitas de callos, de riñones, las gambas rebozadas y al ajillo fueron la especialidad. Guillermo suele contar que se hizo muy amigo de Miguel Gila; y que, al quedarse viudo, se fue una larga temporada a vivir a Benidorm, donde se aficionó al ciclismo y participó de extra en la película “Jamón, jamon”. La foto que acompaño es de Willy y Luchy en su negocio, en 1963. En la parte superior derecha puede contemplarse un retrato de cuando Willy hizo unos pinitos como novillero con escasa fortuna.