Un ministro ceporro, ¿dice usted?

 

El Partido Popular, en un acto más de falta de respeto, ha instalado un armatoste en forma de avión en el centro de Madrid con un eslogan: “Es el momento de bajar a Pedro del Falcon”, pagado con dinero público, el que reciben los partidos para sus campañas electorales. Una vergüenza intolerable. La derecha es faltona hasta la grosería y ya, para colmo, hasta pone en duda las votaciones por correo postal. Hoy en El Debate, que funciona con el dinero de la Asociación Católica de Propagandistas, uno de sus colaboradores de afilada pluma y mala baba, al referirse a la asistencia de Felipe VI a la final del torneo de tenis de Wimbledon donde ganó Alcaraz, cuenta: “El realizador de la retransmisión se ocupó de pinchar con frecuencia la imagen el Rey, que fue más enfocado que los Príncipes de Gales. Por un lado, demostró su respeto por la presencia del Rey de España, y por el otro, con cruel humor británico, estableció en imágenes la diferencia que existe entre un Rey que sabe estar donde sea, y un individuo con muy mala punta, que se sentó a la derecha de Don Felipe. Mi gran amigo Mark Inch me envió un mensaje en el que me preguntaba. “¿Quién es el botijo regordete que acompaña a vuestro Rey?”; “el ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España”; y me mandó un nuevo y sintético mensaje, ‘Enhorabuena por el Rey, y lo siento mucho por el ministro’. ¿Cómo puede ser ministro de Deporte semejante ceporro?”. Pues bien, ese plumilla de mierda, debería saber que todos los desplazamientos del jefe del Estado deben estar acompañados de un ministro de jornada. Pero, ¿por qué el ministro del Gobierno de España Miquel Iceta es un ceporro? Que lo explique. Y para terminar de adornar su infame columna, ese Don Nadie con ínfulas de hidalgo cuenta: “Entre las desgracias y contratiempos que un Rey de España está obligado a padecer, destaca el de tener que soportar las malas compañías oficiales”. Bieito Rubido, director del diario digital al que hago referencia, debería, aunque solo fuese por  vergüenza torera, deshacerse de ese mediocre tipejo que lo que no sabe se lo inventa. Se puede ser de derechas o de izquierdas, ambas posiciones políticas respetables. Pero no es de recibo hacer la caridad de publicarle a un caganer faltón y grosero que nunca respeta al que no piensa como él, algo que solo sucede con el fascismo.  El ministro Iceta merece consideración por el hecho de ser persona y también por lo que representa.Lo cierto es que la culpa es mía por leer lo que escribe ese tipo esperpéntico como salido del callejón del Gato o de una novela de Valle. Cuando no se tiene nada que contar, lo mejor es callarse.