jueves, 20 de junio de 2024

Humilde condumio

Por estas fechas de finales de junio no hay plaza de capital de provincia o pueblón español donde no se coloquen tenderetes de venta de ristras de ajos. Me viene a la memoria un artículo que leí hace unos meses, concretamente el 15 de febrero, en el diario valenciano Las Provincias y firmado por la bilbaína Ana Vega Pérez de Arlucea (que suele publicar con el seudónimo de Biscayenne) titulado “Un país de ajo y pimentón”, donde esa articulista culinaria autora del libro “Cocina viejuna” (que recibió el “Premio Nacional de Gastronomía 2018” a la mejor labor periodística, además de ser la fundadora del proyecto digital “Los Recetarios”), hace referencia a humildes las sopas de ajo. En su artículo, señalaba que “en 1854 Manuel Bretón de los Herreros y Ventura de la Vega formaban parte de una cuadrilla de amigos que se reunía todos los miércoles para pasar un buen rato. De la misma tertulia formaban parte otros literatos como José Amador de los Ríos, el duque de Rivas, Juan Eugenio Hartzenbusch o Mariano Roca de Togores. De allí salieron villancicos, odas a la paella, poemas sobre batallas, cantos a la señora que les servía la merienda o sonetos dedicados a las sopas de ajo”. (…) Parece ser que Ventura de la Vega hizo un poema que agradó y más tarde trasladó a las páginas de “El Practicón” el cocinero Ángel Muro, en 1890, e incluso se transformó en una composición del músico José Casares. Aquellos versos decían: “Ancho y profundo cuenco, fabricado / de barro (como yo) coloco al fuego; / de agua lo lleno: un pan despedazado / en menudos fragmentos le echo luego; / con sal y pimentón espolvoreado, / de puro aceite tímido lo riego; / y del ajo español dos cachos mondo / y en la masa esponjada los escondo”. También Pérez Galdós hizo grandes elogios de las sopas de ajo en muchas de sus novelas; y Dionisio Pérez Gutiérrez (Post-Thebussem), que definió a las sopas de ajo como “el sustento de España”. El gallego Gonzalo Avello, funcionario de Correos, pintor y director de la revista culinaria “Paladar”, en 1925, en la emisora Unión Radio Madrid, estrenó el programa “La cocina del día”. Fue amigo de Manuel María Puga y Parga (“Picadillo”). En la quinta edición de “La cocina práctica”, Puga incluyó una receta gastronómica de Avello: “Pichones a lo Mixto N.O. Ascendente” cocinados en un vagón de Correos entre Venta de Baños y León. En el segundo número de “Paladar” (15 de mayo de 1933) Avello escribió un encendido homenaje a las sopas de ajo. Comenzaba: “Plato grosero, cazurro, violento de color, fraguado por frescota mesonera para pastores, trashumantes, gañanes, trajineros; plato simple de ejecución, formado por plebeyos ingredientes y que, sin embargo, ha llegado a pasar de su mísera condición a ser quizás el más sabroso plato, entre los muy sabrosos que cuenta la cocina española…”.

 

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