sábado, 22 de junio de 2024

Máquinas de vending

 

No lo sabía, pero a fuer de preguntar me he enterado por conocidos de taberna  que las máquinas expendedoras tuvieron su origen en los egipcios, más concretamente fue una idea de Herón de Alejandría, que ideó una máquina que dispensaba agua para lavarse la cara antes de penetrar en los templos de Tebas y del alto Egipto. Funcionaban con monedas de 5 dracmas. En el interior de aquella máquina había una balanza que al detectar el peso de la moneda bajaba y abría una válvula. Pero cuando la moneda caía del todo, la válvula volvía a cerrarse.  Pero prefiero dar un salto en el tiempo y remontarme a 1888, cuando el inventor del chicle, Thomas Adams, colocó las primeras máquinas tragaperras en las estaciones de metro de Nueva York para expender chicles de tutti-frutti.  Ocho años antes, en 1880, Richard Carlisle  vendía en Londres tarjetas postales con ese método;  en Filadelfia, en 1902, se inauguró el restaurante, “Horn & Hardart”, que por ese procedimiento servía platos de comida; y en 1920 aparecieron como setas las máquinas expendedoras de refrescos por la empresa californiana “Vendorlator Manufacturi Company” . Ya en la década de los 50 había máquinas expendedoras de helados; en la de los 60, de café y tabaco.  Pero mi sorpresa ha llegado hoy leyendo El Progreso, de Lugo, donde acabo de enterarme de que ha llegado a Galicia la primera máquina expendedora de flores. Se encuentra en Pontevedra, a iniciativa de Adriana Colombo, dueña de la empresa familiar “Tendencias floristas”, situada en el número 19 de la calle  Loureiro Crespo, con la previsión de que funcione a cualquier hora todos los días de año con precios desde 30 euros. También disponen de servicio online de envíos a toda España de ramos o coronas a domicilio. El “Floromat”, que así se llama el artilugio expendedor,  tiene puertas transparentes y el fondo de las celdas en un ángulo, para que el comprador pueda ver el ramo o la cesta con flores de manera presentable.  Está equipado con un módulo de refrigeración y sensores para mantener una temperatura en la que las flores mantienen su frescura durante mucho tiempo. Lástima que no haya llegado a conocerlo Herón de Alejandría, aquel humilde zapatero que determinó el área del triángulo conocidos sus lados, además de ser el inventor de la dioptra (donde se cuentan las vueltas de una rueda para observaciones astronómicas); la eolipila (precursora de las turbinas de vapor) y diversas aplicaciones de la mecánica. Lo que hace falta, que les demos ideas a los chinos, que ya están copiando la esperpéntica medalla de la Comunidad de Madrid (ese raquero colgajo que Ayuso ideó para poder pinchar en la chaqueta al herbolario Milei) para que las compren en el "Todo a cien" del barrio por 30 dragmas de vellón y puedan lucirlas las chirigotas de Cádiz en los próximos carnavales.  En fin, aquí lo dejo. Hoy es sábado, mira qué hora es y todavía no he salido a comprado el pan.

 

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