viernes, 6 de septiembre de 2024

¿Lamborghini, dice usted?

 

 


El diario La Razón se hace eco hoy de unas declaraciones recientes de Pedro Sánchez durante la inauguración del nuevo curso político en el madrileño Instituto  Cervantes, donde señaló: "España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos, por cierto, fabricados en nuestro país, más autobuses públicos y, por tanto, más transporte público y menos Lamborghini", en referencia a esos automóviles de importación y de lujo valorados en casi 250.000 euros que solo pueden adquirir los muy ricos. Lo cierto es que cada ciudadano puede hacer con su dinero lo que le venga en gana, o sea, comprarse un coche, un chalé, viajar por el mundo, o hacer obras de caridad, aunque esto último no suele ser lo habitual. Pero entiendo lo que quiso decir Sánchez, es decir, que todos debemos utilizar el transporte público menos él, que viaja en ‘Falcon’ y veranea en La Mareta. El problema es que esos coches, los eléctricos, son también carísimos y el transporte público, sobre todo el ferrocarril, está sufriendo graves quebrantos. El billete del AVE es caro y los convoyes cada día que pasa  sufren más retrasos  por robos del cobre de las catenarias y la falta del necesario mantenimiento, pero el ministro Puente justificó el endurecimiento de las condiciones para indemnizar por los retrasos alegando que “ya no es tan fácil cumplir como antes y ello es debido a la entrada de nuevos competidores y al crecimiento de la red”, en referencia a ‘Ouigo’ e ‘Iryo’, en un escenario de libre competencia. Pero a lo que iba. En ese diario aparece la foto de un tractor de esa marca italiana y la siguiente entradilla: “Este es el único Lamborghini que puedes comprarte en Castilla-La Mancha sin molestar a Pedro Sánchez. También tiene cuatro ruedas aunque su velocidad punta es menor que los conocidos coches de lujo de la marca italiana”. Y Díaz Ayuso, a este respecto, dijo días pasados en Arganda del Rey que “el Ejecutivo trabaja para que los 16 consejeros del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, vayan en Lamborghini y los currantes madrileños se queden atrapados a diario en los Cercanías”. A los responsables del diario La Razón les diría que, en efecto, Lamborghini, en su división agrícola, cuenta con cinco concesionarios oficiales en Castilla-La Mancha: Cuidad Real, Campo de Criptana, Tomelloso, Villaseca de la Sagra y Mejorada. También, que no todos los agricultores manchegos tienen la capacidad económica necesaria para adquirirlos. Los tractores agrícolas son muy caros y quienes cultivan los campos manchegos no pasan por los mejores momentos. La sequía, los carburantes y el precio de nitratos y semillas en demasiadas ocasiones no cubren los costes de explotación. Los jóvenes huyen de los pueblos y los viejos se resignan silentes ante el abandono. Los tractores ya solo sirven para hacer protestas y cortar carreteras por la desesperación reinante.  Lamborghini para ellos solo es una marca que tractor que llevan impresa en la gorra de visera verde que les dieron en su última visita a la Feria del Campo.

 

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