martes, 10 de septiembre de 2024

Loros

 

 


Leo en El Progreso, de Lugo, que la familia de un difunto de Meira ha incluido en una esquela en ese diario a un loro que tenía en su tienda. Antonio Álvarez Sáez, viudo de Milagros Chain Carballo, de ‘Ferretería Álvarez Chain’, falleció el pasado día 8 en su casa de Meira a los 93 años de edad. En la esquela, tras una retahíla de parientes presentes y ausentes aparece en último lugar el nombre de su loro Paco. En 1915, en una entrevista a Antonio Álvarez, éste contaba que llevaba 20 años con él y sabía todos los horarios de la tienda. Ignoro la edad del loro Paco, pero tengo noticias de que viven  en libertad sobre 60 años y en cautividad, alrededor de los 80.  Los expertos creen estar convencidos de que esa longevidad puede estar relacionada con sus habilidades cognitivas por tener una gran capacidad craneal en relación con su tamaño. De cualquier manera, los herederos de la ‘Ferretería Álvarez Chain’ deberían ser conscientes de que el loro Paco podría sobrevivir al extenso rol de familiares que aparece en la esquela mortuoria, aprenderse la lista de los reyes godos; la alineación del Real Betis Balompié de 1913, cuando jugaba en el Campo de las Tablas Verdes, en el Prado de San Sebastián; el precio de un rabo de adminículos de bricolaje que se venden en la ferretería, o sea, tornillos, herrajes, destornilladores, sargentos, alicates, brocas, etcétera, y hasta el Himno de Riego. Todos en Llanes (Asturias) todavía recuerdan a otro loro Paco, un  yaco africano que alegraba el exterior de del restaurante ‘La Casa del Mar’, propiedad de Juan José Noriega Dosal. Era gris y de cola roja. Lo adquirió en Palma de Mallorca, viajó en avión hasta Santander y su propietario pagó por él 75.000 pesetas. Fue robado en la noche del 26 de agosto de 2016 por cuatro ciudadanos que habían cenado en su restaurante. Estuvo desaparecido hasta el 2 de noviembre, cuando el propietario de ‘La Casa del Mar’ recibió una llamada anónima por la que le notificaban que podía recoger a Paco en Madrid. Se citó con los ladrones en el exterior del estadio Santiago Bernabéu’ y al llegar a Llanes aseguró que no había pagado rescate ni reconocido a los autores. La entrega de Paco la realizó una mujer y recordaba Noriega que, al encontrarse con el loro frente al campo de fútbol, Paco nada más verle se puso a gritar '¡Paco, Paco!'. La mujer que realizó el traspaso se perdió entre la multitud que guardaba cola para asistir a un partido de Champions. Aquel loro, según Noriega, reproducía el toque de diana del cuartel y el sonido de los camiones cuando daban marcha atrás hasta que falleció en la casa familiar en febrero de 2020 por causas naturales. Una pena que todavía tiene consternado a su dueño.

 

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