Leo en El Progreso,
de Lugo, que la familia de un difunto de Meira ha incluido en una esquela en
ese diario a un loro que tenía en su tienda. Antonio Álvarez Sáez, viudo de Milagros
Chain Carballo, de ‘Ferretería
Álvarez Chain’, falleció el pasado día 8 en su casa de Meira a los 93 años
de edad. En la esquela, tras una retahíla de parientes presentes y ausentes
aparece en último lugar el nombre de su loro Paco. En 1915, en una entrevista a Antonio Álvarez, éste contaba
que llevaba 20 años con él y sabía todos los horarios de la tienda. Ignoro la
edad del loro Paco, pero tengo noticias de que vivenen libertad sobre 60 años y en cautividad,
alrededor de los 80. Los expertos creen
estar convencidos de que esa longevidad puede estar relacionada con sus
habilidades cognitivas por tener una gran capacidad craneal en relación con su
tamaño. De cualquier manera, los herederos de la ‘Ferretería Álvarez Chain’ deberían ser conscientes de que el loro
Paco podría sobrevivir al extenso rol de familiares que aparece en la esquela
mortuoria, aprenderse la lista de los reyes godos; la alineación del Real Betis Balompié de 1913, cuando
jugaba en el Campo de las Tablas Verdes, en el Prado de San Sebastián; el
precio de un rabo de adminículos de bricolaje que se venden en la ferretería, o
sea, tornillos, herrajes, destornilladores, sargentos, alicates, brocas,
etcétera, y hasta el Himno de Riego. Todos
en Llanes (Asturias) todavía recuerdan a otro loro Paco, unyaco africano que
alegraba el exterior de del restaurante ‘La
Casa del Mar’, propiedad de Juan
José Noriega Dosal. Era gris y de cola roja. Lo adquirió en Palma de
Mallorca, viajó en avión hasta Santander y su propietario pagó por él 75.000
pesetas. Fue robado en la noche del 26 de agosto de 2016 por cuatro ciudadanos
que habían cenado en su restaurante. Estuvo desaparecido hasta el2 de
noviembre, cuando el propietario de ‘La
Casa del Mar’ recibió una llamada anónima por la que le notificaban que
podía recoger a Paco en Madrid. Se citó con los ladrones en el exterior del
estadio ‘Santiago Bernabéu’ y al
llegar a Llanes aseguró que no había
pagado rescate ni reconocido a los autores. La entrega de Paco la realizó una
mujer y recordaba Noriega que, al encontrarse con el loro frente al campo de
fútbol, Paco nada más verle se puso a gritar '¡Paco, Paco!'. La mujer que
realizó el traspaso se perdió entre la multitud que guardaba cola para asistir
a un partido de Champions. Aquel
loro, según Noriega, reproducía el toque de diana del cuartel y el sonido de
los camiones cuando daban marcha atrás hasta que falleció en la casa familiar
en febrero de 2020 por causas naturales. Una pena que todavía tiene consternado
a su dueño.
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